El grupo de expertos GERVA reclama la priorización del registro de las vacunas de alergia
En el marco del Foro Interautonómico del Día Mundial de la Alergia, los expertos del Grupo Español para la Regulación de las Vacunas de la Alergia (GERVA) han pedido que se priorice el registro de las vacunas para alergias, con el fin de asegurar la seguridad, calidad y eficacia de los tratamientos que son de fabricación industrial.
Tal y como denuncian, en España, actualmente, para una misma indicación y alérgeno se recetan indistintamente medicamentos con autorización de comercialización y sin ella; esto es, medicamentos que pasan los controles de seguridad y eficacia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) con otros que no lo hacen pero que, aun así, son financiados de la misma manera por el Sistema Nacional de Salud (SNS) y a precio libre.
Esto se debe, en parte, a la excepción que otorga la legislación actual para las vacunas que se producen de manera individualizada. Sin embargo, estos expertos denuncian que «la visión de que son fabricados de forma individual es obsoleta y, de facto , son productos de fabricación industrial». Por ello, insisten en que debería favorecerse el producto registrado en el mercado de alérgenos de forma acorde a su desarrollo tecnológico y científico, y fomentar la regulación según las recomendaciones legislativas europeas.
Por su parte, el jefe del Servicio de Alergología del Hospital Clínic, el doctor Antonio Valero, ha incidido en que la alergia respiratoria es una enfermedad que afecta a entre el 20 y el 25 por ciento de la población y constituye un importante problema de Salud Pública. En sus formas graves persistentes, la sintomatología es constante, afectando a las principales dimensiones de los parámetros de calidad de vida, como son el bienestar físico, el emocional, el desarrollo personal y las relaciones interpersonales, de forma incluso superior al de otras enfermedades crónicas.
Por ello, desde GERVA consideran «fundamental» que se impulse una mejora en el acceso a los tratamientos para los pacientes, dejando patente que no puede existir una convivencia que equipare vacunas para la alergia no registradas al mismo nivel que otros medicamentos registrados, que cuentan con una evidencia científica que asegura la calidad, eficacia y seguridad y que han sido autorizados por la AEMPS.
En este sentido, la paciente alérgica Nicole Hass, miembro de GERVA, ha hecho hincapié en que hay que dar más visibilidad a las enfermedades alergias respiratorias, dado que tienen un alto impacto emocional, económico y social. «Para la comunidad de pacientes alérgicos, es fundamental poder contar con la confianza y garantía de disponer de fármacos regulados y registrados, que aseguren la calidad, seguridad y eficacia de los tratamientos», ha señalado.
Por otro lado, Hass también ha denunciado la inequidad en cuanto a tratamientos en las diferentes comunidades autónomas. «Muchos pacientes no están diagnosticados porque no hay suficientes alergólogos, por ejemplo, en Baleares no hay ninguno en la sanidad pública; no puede ser que dependiendo del código postal una persona tenga un diagnóstico o no lo tenga», ha señalado.
Por su parte, el doctor Jorge Mestre, integrante de GERVA y consultor economista en el ámbito de la salud, resalta que los costes indirectos de las enfermedades respiratorias (derivados de la pérdida de días de trabajo o reducción en la productividad laboral) pueden llegar a ser entre 3 y 4 veces más altos que los costes directos. Asimismo, ha destacado, en cuanto al mercado de la inmunoterapia con alérgenos español, que este tiene un gasto de 91 millones de euros y, de esto, el 87 por ciento está financiado por el Sistema Nacional de Salud (SNS).
«Lo impactante es que, de ese mercado, solo el 4 por ciento de las ventas son medicamentos con autorización de comercialización, es decir, que tienen precios regulados, pero el 96 por ciento restante que no tiene esta autorización de comercialización tiene precio libre». Esto ha provocado, tal y como ha explicado, que los precios de esos medicamentos con precio libre se hayan incrementado entre un 40 y un 70 por ciento en los últimos 9 años. «Los medicamentos autorizados, en cambio, mantienen sus precios», ha recordado.
Así, a su juicio, si se implementase una regulación que armonizase este mercado, el sistema podría llegar a ser más eficiente e incluso proporcionar unos ahorros para el SNS de más de 6 millones de euros en un periodo de 3 años.
AVISPA ASIÁTICA
Un caso paradigmático en las alergias que se ha destacado durante el foro es el de la picadura de la avispa asiática, que en los últimos años ha dado lugar a un aumento de las reacciones alérgicas por himenópteros en España. En verano, la picadura de esta avispa invasora supone un problema de salud pública en la cornisa cantábrica, Galicia y Castilla y León, las regiones más afectadas.
Se estima que hasta un 3 por ciento de la población española es alérgica a los himenópteros (abejas y avispas), con una mortalidad por choque anafiláctico que puede estimarse en cuatro personas al año. De hecho, el informe Alergológica , elaborado por la Sociedad Española de Alergias e Inmunología Clínica (SEAIC), muestra que la alergia a himenópteros fue el motivo de consulta para el 2,5 por ciento de los pacientes que acudieron al alergólogo en 2015, frente al 1,5 por ciento recogido en el mismo informe de 2005 y el 0,7 por ciento en la primera edición de 1992.
En este sentido, la jefa del Servicio de Alergología en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, la doctora Carmen Vidal, explica que, ante la expansión de la avispa asiática y la aparición de casos frecuentes de anafilaxia tras la picadura, en los servicios de Alergología se insiste en la importancia para el paciente de llevar siempre consigo la medicación de rescate o de urgencia (autoinyectores de adrenalina) y se cuestionan cuál puede ser el mejor tratamiento para los pacientes que precisen inmunoterapia.
«Para los pacientes alérgicos a las avispas comunes y a las abejas se dispone de varios productos comercializados (unos registrados y otros no), pero aún no existe una vacuna específica para el veneno de la avispa asiática», destaca Vidal, que añade la importancia de garantizar el acceso y la aportación reducida de los pacientes alérgicos a estos autoinyectores, ya que deben llevarlos siempre consigo.