El Gobierno Vasco desconoce los «apoyos» con los que el Ejecutivo central podría aprobar la nueva ley del aborto
VITORIA, 17
El Gobierno Vasco (PNV-PSE) «desconoce» el contenido del anteproyecto de ley del aborto que aprobará este martes el Consejo de Ministros y los «apoyos» con los que el gabinete de Pedro Sánchez podría sacar adelante este texto en el Congreso de los Diputados, según ha afirmado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Bingen Zupiria.
El portavoz del Ejecutivo vasco, que ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, ha explicado que tan solo tiene constancia del anuncio de que el anteproyecto se aprobará este martes y de la negociación «casi pública» que sobre el texto han mantenido los socios del Gobierno central (PSOE y Unidas Podemos).
Zupiria ha señalado que, por lo que ha trascendido hasta ahora, se trata de un proyecto que conforma una especie de «contenedor» que recoge «muchos aspectos diferentes».
Respecto a la regulación de la gestación subrogada, ha afirmado que considera que «el criterio válido» será el establecido por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, «que no acepta la legalidad de la gestación subrogada».
LEY DE 2010
En el caso de la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo, ha afirmado que, al parecer, el anteproyecto que se aprobará este martes «nos retrotrae» a la ley del aborto impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobada en 2010 por el Congreso de los Diputados y que –según ha señalado– fue «alterada» posteriormente cuando el PP llegó al poder.
El texto que se va a aprobar ahora –según ha recordado– también contiene «novedades» como las referidas a las bajas laborales por menstruaciones dolorosas y por circunstancias que «en algunos casos imposibilitan el desarrollo de una vida normal».
El portavoz del Gobierno Vasco ha manifestado que «al margen» de cuál sea el resultado del debate de esta ley, lo importante es que a la hora de diseñar las políticas públicas, «tengamos en cuenta la realidad» de las mujeres, que suponen el 50% de la población y que presentan algunas «circunstancias propias que son pocas veces contempladas en las políticas que tradicionalmente han sido diseñadas y gestionadas por hombres».