El gobierno valenciano ve posible más restricciones y Compromís y Podemos insisten en el confinamiento
VALENCIA, 19
Los partidos que sustentan al gobierno valenciano han marcado sus posiciones antes de la reunión de la mesa interdepartamental de este martes para estudiar nuevas restricciones en la Comunitat. El PSPV cree que «siempre es posible» aplicar nuevas medidas y que el Gobierno debe calibrar si hay que adelantar el toque de queda, aunque lo ve como una decisión «dura».
En cambio, Compromís insiste en su propuesta de un confinamiento parcial y de endurecer el estado de alarma para «no alargar este proceso» y Unides Podem defiende que «el confinamiento salvó muchas vidas» y, si ahora la situación es tan grave, «tenemos que parar» otra vez. PP y Cs reclaman claridad en los datos y ayudas directas y Vox rechaza el confinamiento porque «la sociedad no puede detenerse».
Así lo han planteado los síndics en Les Corts en declaraciones antes y después de la junta que ha acordado la comparecencia de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, en diputación permanente a petición propia para el próximo lunes 25 de enero a las 10.30 horas.
Del PSPV, Manolo Mata ha remarcado que «la palabra confinamiento tiene muchas lecturas» en otros países de Europa donde «dicen que están confinados pero no llevan mascarilla o la hostelería está abierta», mientras en la Comunitat cree que las medidas vigentes desde el 7 de enero son muy restrictivas como el cierre «brutal» en bares y restaurantes a las 17 horas. «¿Qué quiere decir confinar?» , se ha preguntado.
Aunque ve «poco margen» para nuevas medidas, ha reconocido que «siempre son posibles más restricciones como reducir algún tipo de comercio y cualquier actividad». Pero ha defendido que la responsabilidad es de todos, que las empresas deben «tomarse en serio» el teletrabajo y el control de aforo y que la vacunación es la esperanza y va «a velocidad de crucero», así como que es «fake» que no haya colaboración con la sanidad privada.
«Ahora esto da miedo: todos tenemos a gente en nuestro círculo más íntimo que se ha contagiado», ha constatado, y ha puesto como ejemplo los datos «preocupantes» de contagios en Les Corts. Por ello ha criticado que dos grupos hayan incumplido la recomendación de limitar la asistencia presencial de diputados.
El socialista también ha destacado el plan Resiste anunciado este lunes por la Generalitat y los agentes sociales, «no para parar la hemorragia en el lobby de las empresas». «Aquí se trata de salvar la vida de la gente, pero tampoco podemos dejar que caigan en la pobreza, la miseria o la indigencia», ha enfatizado.
Fran Ferri (Compromís) ha coincidido en que la situación es preocupante y «mucho peor» que en la primera ola, pero cree que el Gobierno debe cambiar el estado de alarma para que las comunidades autónomas puedan ir más allá porque ahora están «con las manos atadas». «Nos tenemos que adelantar a la curva», ha ilustrado, «nunca es tarde si la dicha es buena».
Se ha reafirmado así en su propuesta de «no un confinamiento total, sino cerrar los focos más importantes de contagio» en el ocio y en la calle. «Más vale hacer ahora una restricción cortita fuerte que no alargar este proceso», ha defendido recordando que Puig se mostró «más preocupado que nunca» con el récord de 95 fallecidos.
Sobre el rechazo de Compromís al último estado de alarma en el Congreso, Ferri ha puntualizado que estaban a favor pero «no fue pactado con las comunidades autónomas y contenía ayudas que no tenían en cuenta el peso poblacional de los valencianos». También ha puesto en valor el plan Resiste con ayudas para la cultura, el ocio y la economía.
Por parte de UP, su todavía síndica, Naiara Davó, ha resaltado la «previsión y precaución» del Consell en los últimos meses con las restricciones, pero ha remarcado que «el confinamiento está demostrado que salvó muchísimas vidas». «Si la situación es tan grave, siempre hemos dicho que tenemos que parar», ha subrayado, para defender el «escudo social» que suponen ayudas como Resiste .
PUIG NO COMPARECERÁ EN ENERO
La junta también ha rechazado la petición de la oposición de que comparezca en enero el president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, por la pandemia y por la sanción de Competencia a empresas vinculadas a su hermano por pactar precios. Los tres portavoces del Botànic han justificado que «lo puede hacer cuando se retome el calendario de sesiones» en febrero (UP), entonces «se le podrán hacer todas las preguntas que hagan falta» (Compromís) y «el reglamento dice que la diputación permanente está para situaciones inaplazables y de extrema urgencia» (PSPV).
Entre la oposición, Elena Bastidas (PP) ha reiterado que su partido necesita «conocer la realidad de las cifras» para formarse una posición con rigor, además de pedir medidas complementarias a nivel económico y sanitario, con todos los recursos públicos y privados. De lo contrario, ha alertado que las restricciones «desgraciadamente no servirán para que los valencianos puedan combatir con garantías este maldito virus».
La popular ha exigido que Resiste sea una realidad porque «llevamos meses escuchando muchos planes pero aún no se sabe nada». «Los valencianos no pueden resistir más palabras; si no se materializa, no sentirán a su gobierno a su lado», ha urgido a Puig, para denunciar que no comparezca ante «los escándalos que acechan a sus hermanos» por la investigación de ayudas de la Generalitat a empresas vinculadas a ellos.
Toni Cantó (Cs) ha rogado al Botànic que «como mínimo salga con una sola voz», ante las diferencias en el tripartito, porque «están dando un espectáculo lamentable». A su juicio es posible aplicar confinamientos «inteligentes» y más selectivos como en Madrid para «no abocarnos a uno tan duro como en marzo que sería un absoluto destrozo para muchos sectores».
También ha pedido fomentar el teletrabajo –él mismo ha avanzado que va a limitar su trabajo presencial–, test masivos en empresas y ayudas directas a la hostelería porque «se le está abocando a un cierre encubierto». Cantó ve insuficiente Resiste porque «se puede quedar en otro anuncio rimbombante» mientras «el Gobierno ya renuncia a que España vuelva a ser una potencia turística en 2021, una absoluta tragedia para la Comunitat».
Y el portavoz adjunto de Vox, José María Llanos, ha argumentado que «cualquier medida en defensa de los autónomos, las pequeñas empresas y negocios, bienvenida sea», pero cree que se tenían que haber aplicado en marzo y que ahora llegan con «cantidades ínfimas» en lugar de a fondo perdido. También ha criticado que se «fíen» 40 millones del fondo de reconstrucción de la UE que «llegarán en septiembre si llega».
«España tiene que protegerse, pero la sociedad no puede detenerse», ha reivindicado, por lo que considera que las medidas deben respetar la seguridad sanitaria «pero no atentar contra el desarrollo de la economía» con el apoyo de «verdaderos expertos». Hasta ahora, en su opinión, no han dado razones ni soluciones, «simplemente meternos en casa», y el Gobierno ha pasado la pelota a las comunidades autónomas.
Por otro lado, todos los representantes de Botànic y oposición han mandado un abrazo a la presidenta del PPCV y síndica del grupo popular , Isabel Bonig, por el fallecimiento de su padre, algo que ha agradecido la portavoz adjunta.