El Gobierno resta importancia a la caída del empleo agrario y lo vincula a la modernización del campo
Los secretarios de Estado de Trabajo y de Seguridad Social, Joaquín Pérez Rey y Borja Suárez, han restado hoy importancia al retroceso experimentado por el empleo agrícola, que en agosto bajó del millón de ocupados por primera vez desde mediados de los 90.
En la rueda de prensa de valoración de los datos de paro y afiliación del mes de agosto, en la que han comparecido de manera conjunta, Pérez Rey ha explicado que es normal que el peso del sector primario en economías modernas como la española tienda a bajar, pero por factores «puramente estructurales» que no están vinculados a la situación del empleo, sino al incremento de la productividad, la mecanización del campo y las mejoras de las técnicas tanto de recolección como de plantación y siembra.
«En las economías modernas, es normal que haya una reducción prácticamente continua del peso del sector primario y del sector agrícola», ha subrayado Pérez Rey, que, no obstante, ha aclarado que el peso del sector agrícola en España sigue por encima de la media europea.
«Por poner un ejemplo, una economía como la alemana tiene menos de medio millón de trabajadores dedicados al campo y nosotros estamos en la media de Europa», ha añadido el secretario de Estado.
Así, en su opinión, no es un elemento «especialmente negativo» el que el peso del sector agrícola se vaya reduciendo, pues eso tiene que ver con el aumento de la productividad, las nuevas tecnologías aplicadas al campo y el hecho de que las economías europeas más innovadoras se apoyan en otros sectores, como la industria, la construcción o los servicios.
De este modo, ha asegurado que el menor peso del campo en la economía es algo que prácticamente comparten el conjunto de países europeos.
Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad Social ha indicado que la caída del empleo agrícola ha sido paulatina, no brusca, y es reflejo de la modernización del sector agrario, «que sigue teniendo un peso importante» en la economía española.
Suárez ha añadido que, al mismo tiempo que cae el empleo agrícola, está creciendo de manera continuada el empleo en actividades de alto valor añadido, lo que ve «muy positivo» para la economía española.
«Se está produciendo un cambio, una transformación que es profunda pero que se hace de una manera gradual y, por tanto, no produce perjuicios particulares a la gente más directamente afectada», ha concluido.