El Gobierno recupera este martes las subastas de renovables con todo el sector atento a los 3.000 MW en juego
El Gobierno recupera este martes las subastas de renovables con el objetivo de dar un impulso definitivo al objetivo de despliegue de energías verdes para esta década y con todos los grupos energéticos, tanto eléctricas tradicionales como los nuevos actores del sector oil , atentos a esta puja, la primera desde 2017.
La primera de estas nuevas subastas pondrá en juego un cupo objetivo de 3.000 megavatios (MW), de los cuales dos tercios serán copados por la fotovoltaica (1.000 MW) y la eólica terrrestre (1.000 MW), quedando el resto de potencia a subastar sin restricción tecnológica.
La última de las subastas celebrada en España, en julio de 2017, adjudicó más de 5.000 MW, de los cuales 3.909 MW fueron para instalaciones fotovoltaicas y 1.128 MW para instalaciones eólicas, repartidos entre unas cuarenta empresas.
Junto con los 3.000 MW que se habían concedido en la anterior celebrada en mayo de ese mismo año, se adjudicaron en ese ejercicio más de 8.000 MW de nueva potencia que han alimentado el impulso a las renovables en estos últimos tiempos.
De nuevo, el interés por la parte empresarial es máximo y es previsible que acudan a ella las grandes eléctricas y grupos de energías verdes -Endesa, Naturgy, Iberdrola y Acciona-; actores que se dieron a conocer en las anteriores pujas, como Forestalia, y nuevos jugadores que han entrado con fuerza en el mercado de las renovables en estos años, como Repsol, entre otros, según indicaron a Europa Press en fuentes del sector.
Tampoco se descarta la entrada en la subasta de otros actores con importantes planes para crecer en renovables en los próximos años o desarrolladores, así como de jugadores extranjeros con la vista puesta en un mercado al alza como el de las energías verdes en España.
«Seguramente, sea la oportunidad para los promotores con grandes carteras de proyectos de tener resuelta la venta de energía con garantías del Estado. El contexto de salidas a Bolsa -recientes o futuras- puede influir también en las estrategias que vayan a preparar los ofertantes», considera Yann Dumont, CEO de Reolum y presidente de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen).
Para todos ellos, estas subastas son una buena vía para afrontar sus planes de crecimiento para los próximos años en renovables, aunque no sea la única.
En el caso concreto de Endesa, su consejero delegado, José Bogas, ya ha reiterado en varias ocasiones que la energética acudirá al proceso, a pesar de no necesitarlo para crecer en renovables.
Por parte de Repsol, su consejero delegado, Josu Jon Imaz, ya dejó abierta la puerta, el pasado mes de noviembre con motivo de la presentación del plan estratégico del grupo para el próximo lustro, a estar en las subastas como una vía complementaria para afrontar su previsión de crecimiento en renovables, con una meta de 7,5 gigavatios (GW) en 2025.
Mientras, Acciona, después de más de un lustro de focalizar su crecimiento en renovables en el exterior, tras haber sido uno de los pioneros en España, regresa con el objetivo de ser protagonista en el impulso a las energías verdes en la transición energética.
Para Naturgy, al igual que en la subasta de 2017, también esta puja pasa por ser un vehículo importante para afrontar el desarrollo de sus metas de renovable en los próximos años.
TRASLADAR LOS AHORROS DE LAS RENOVABLES AL CONSUMIDOR
El gabinete dirigido por Teresa Ribera ha diseñado un nuevo modelo de subastas que busca conseguir trasladar al consumidor los ahorros derivados del despliegue de nuevas instalaciones renovables.
En este sentido, la puja se realizará a sobre cerrado y adjudicará el producto subastado a las ofertas de menor cuantía hasta alcanzar el cupo establecido. El precio para cada adjudicatario coincidirá con el precio por el que pujó ( pay-as-bid , por su denominación en inglés) y no será objeto de actualización.
Igualmente, se busca que estas subastas se conviertan en una herramienta clave para alcanzar los compromisos han sido trasladados al Plan Nacional Integrado de Energía Clima (PNIEC) 2021-2030, que prevé la instalación de en torno a 60 gigavatios (GW) renovables en la próxima década, pero también con el objetivo de maximizar el ahorro para la factura eléctrica.
El plazo máximo de entrega de la energía comprometida será de 12 años para las tecnologías fotovoltaica, solar termoeléctrica, eólica terrestre y marina e hidroeléctrica, y de 15 años para las tecnologías de biomasa, biogás y biolíquidos.
Las pujas se realizarán sobre el precio que se exige por la energía producida y el volumen de producto adjudicado a una misma empresa o grupo empresarial no podrá ser superior al 50% del cupo del producto (1.500 MW).
PLAN ESTRATÉGICO CON ESTIMACIONES DE IMPACTO SOBRE EL EMPLEO
Además, los participantes en la subasta tendrán la obligatoriedad de presentar un plan estratégico con estimaciones de impacto sobre el empleo local y las oportunidades para la cadena de valor industrial local, regional y nacional, así como, en el ámbito de la economía circular, las medidas contempladas en relación con el tratamiento de los equipos al final de su vida útil y el análisis de la huella de carbono durante el ciclo de vida útil de las instalaciones.
Esta será la primera de las subastas que prevé llevar a cabo el Gobierno hasta 2025, siguiendo un calendario indicativo que indicará los volúmenes mínimos de potencia acumulada para cada tecnología en el periodo y que se actualizará anualmente.
Así, en el próximo lustro se prevé poner en juego un mínimo de casi 20 gigavatios GW mediante estas subastas. La fotovoltaica será la tecnología dominante, con un volumen acumulado mínimo de 10 GW a subastar en los próximos seis años, seguida de la eólica, con unos 8,5 GW; la solar termoeléctrica, con 600 MW; la biomasa, con 380 MW, y otros 60 MW destinados a otras tecnologías como biogás, hidráulica o maremotriz, entre otras.