El Gobierno rechaza las denuncias sobre la muerte de civiles en una operación en una región anglófona
El Gobierno de Camerún ha rechazado este martes las denuncias sobre la muerte de diez civiles en una operación en una de las regiones de mayoría anglófona del país y ha recalcado que la misma se saldó con la «neutralización» de «varios terroristas», sin hablar sobre víctimas civiles.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Serge Cyrille Atonfack, ha confirmado la operación en Mautu y ha apuntado a «una redada preventiva sobre las posiciones de grupos terroristas», según ha informado el diario Journal du Cameroun .
Así, ha recalcado que los militares se enfrentaron a «individuos armados, sorprendidos en plena reunión» y ha añadido que «abrieron fuego contra los elementos de las Fuerzas de Defensa, que infligieron una respuesta apropiada».
Atonfack ha vinculado las denuncias sobre la muerte de civiles a una versión de «líderes terroristas vendidos a la secesión», a los que ha acusado de verter «imágenes macabras» sobre las acciones de las fuerzas de seguridad.
Residentes citados por el citado diario señalaron el lunes que los militares irrumpieron en la localidad en busca de presuntos milicianos separatistas y abrieron fuego posteriormente contra los presentes. En esta línea, uno de los supervivientes ha relatado que los militares «rodearon la aldea de forma que incluso los que intentaron huir fueron tiroteados.
Este superviviente manifestó en declaraciones al portal de noticias Mimi Mefo Info, encabezado por la destacada periodista del mismo nombre, los militares fueron en busca de milicianos y ha confirmado que algunos de ellos «pasan el día en Mautu». «Tenemos miedo de decirles que no vengan porque podrían pensar que somos traidores, pero, a la vez, sus acciones provocan la muerte de inocentes», lamentó.
El Ejército ha sido acusado en numerosas ocasiones de estar detrás de abusos contra la población civil y el propio Gobierno confirmó el papel de los militares en una matanza cometida en febrero de 2020 en la localidad de Ngarbuh y en la quema de parte de la localidad para intentar ocultar las pruebas.
Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de las regiones Noroeste y Suroeste, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos, han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.