El Gobierno pide al PP que haga un cordón sanitario a Vox, pero no responde de sus pactos con Bildu

Reclama un «conjuro» contra la ultraderecha y considera un «desatino» que Ayuso califique de «circo» el haber hecho públicas las amenazas

La ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha pedido un cordón sanitario contra Vox, incluso un «conjuro» contra la ultraderecha, y ha cargado contra el PP por no querer hacerlo por intereses electorales. No obstante, no ha respondido al ser preguntada por los pactos del Gobierno con Bildu y se ha limitado a alegar que no se quería centrar en ninguna formación política, ni en la comunidad de Madrid para no ser reprendida por la Junta Electoral.

En un primer momento y al ser preguntada por el cordón sanitario que han pedido los partidos de la izquierda contra Vox, la Portavoz del Ejecutivo, ha respondido que «hay que poner un cordón sanitario a cualquier formación política que haga de este tipo de incitación al odio su catecismo, su lema, que se niegue a pedir perdón cuando está amenazando gravemente a determinadas víctimas, o a determinados menores, cuando no hace condena sobre hechos tan graves tan absolutamente reprobables como los que conocimos a lo largo del día de ayer y de antes de ayer».

La ministra no ha querido mencionar expresamente a Vox, pero de sus palabras se deducía que se refería a la formación política de Santiago Abascal. De hecho, ha asegurado que el Partido Popular no se suma a ese cordón sanitario y trata de justificar su «no» a esta petición porque «en el fondo cuenta con la ultraderecha para conformar sus propios gobiernos».

«De alguna manera no quiere separarse de estos planteamientos por las posibles alianzas y por otra parte, porque sabe que si se separa de esos planteamientos pues también puede tener unas consecuencias electorales para sus propias expectativas», ha argumentado, dejando claro así que se refería a Vox.

NO RESPONDE POR SUS PACTOS CON BILDU

Pero al ser preguntada por qué no pide este mismo cordón sanitario para formaciones como Bildu, cuyo pasado está vinculado al terrorismo de ETA, la ministra no ha respondido claramente. Se ha limitado a decir que no se refería a ninguna fuerza política en concreto, ni tampoco se circunscribía a la comunidad de Madrid, amparándose en las normas electorales.

La ministra ha soslayado así las acusaciones del PP de que a ellos les piden que no pacten con Vox mientras el Gobierno sí lo hace con partidos como Bildu.

«No me voy a referir a la Comunidad de Madrid, voy a respetar desde la mesa el no referirme a ningún líder concreto, ni a ningún partido político en concreto, simplemente decir que evidentemente, el conjunto de la sociedad española y por tanto las formaciones políticas tienen que poner un cordón sanitario a aquellas expresiones que se fundamentan en la exclusión, en el odio, en la incapacidad del diálogo, en definitiva alimentar la confrontación como forma de hacer política generando desasosiego al conjunto de los ciudadanos», ha argumentado.

Y ha reiterado que su consideración era «global», sin hacer hincapié en ningún territorio, alegando que al estar en periodo electoral el Ejecutivo debe respetar las normas de la Junta Electoral, pero eso sí, insistiendo en que está en «riesgo la propia democracia» y que hay que poner todo el empeño en que no proliferen esas conductas.

DEFIENDE HACER PÚBLICAS LAS AMENAZAS: DESATINO LLAMARLO «CIRCO»

La Portavoz del Ejecutivo también ha defendido que se hagan públicas las amenazas de muerte que han sufrido el ministro del Interior, la directora de la Guardia Civil y el candidato a la comunidad de Madrid, que la semana pasada recibieron cartas con balas, así como la recibida ayer por parte de la ministra de Industria, que procedía de una persona con problemas mentales.

En su opinión, los populares están lanzando una «cortina de humo» para que no se hable de las posiciones que utiliza la ultraderecha y ha criticado que la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso califique de «circo» la forma en la que se han hecho públicas las amenazas.

Según Montero, es un «desatino» que se hable en esos términos cuando se trata de personas con nombres y apellidos, que ocupan responsabilidades públicas y que están recibiendo amenazas.

Por ello, ha defendido que se hagan públicas estas amenazas, para llevar a los ciudadanos a la «cautela social, a estar alertas para combatir cualquier tipo de conducta que realmente provoque incitación al odio, que haga que los demás se sientan excluidos porque no piensan igual, o porque vienen de un sitio distinto o porque son distintos».

En este punto, ha advertido de que el Gobierno «no se lo toma en broma» y no le parece que haya que bromear «hablando de circos» con este tipo de cuestiones que son «muy graves», por lo que ha insistido en realizar un «cordón político sanitario» a la ultraderecha para que este tipo de actitudes no proliferen.

CONDENA LAS AMENAZAS Y PLANTEA UNA REFLEXIÓN

Montero ya se había referido a las amenazas en su introducción, antes de que comenzara la rueda de prensa, cuando ha condenado las recibidas la semana pasada por Fernando Grande Marlaska, Pablo Iglesias y María Gámez.

Una introducción en la que también ha cargado contra quienes quieren «alimentar el odio» para «envilecer, enfangar el debate público» y amplificar sus discursos «excluyentes y totalitarios» en referencia al comportamiento de Vox después de que el ministro, la directora de la Guardia Civil y el candidato de Podemos. Según la ministra, las condenas deben ser sin matices y no genéricas.

La Portavoz del Ejecutivo no ha citado tampoco en ese momento a ningún partido en concreto, pero se refería a Vox, alineándose con el PSOE, quien ha apuntado a que el discurso de este partido es el que ha incitado a este tipo de amenazas y al odio.

Ante la pregunta de qué va a hacer el Ejecutivo para rebajar la tensión política, Montero ha respondido que hay que hacer una «reflexión profunda» no solo como sociedad, sino como Ejecutivo, para diagnosticar correctamente el por qué en la sociedad española después de todos estos años de construcción democrática se están produciendo expresiones de este tipo.

Y también, ha dicho, una reflexión de por qué se está de alguna manera «minimizando por parte de formaciones que tradicionalmente han ocupado responsabilidades», este tipo de cuestiones, incluso llegando a acuerdos con formaciones políticas que, según ella, «en el conjunto de Europa tienen un cordón sanitario incluso por parte de los partidos conservadores», no solo de izquierda.

PIDE UN «CONJURO» CONTRA LA ULTRADERECHA Y LLAMA A LAS URNAS

Según la Portavoz del Ejecutivo, «hay como un conjuro» en el conjunto de Europa de no permitir que este tipo de formaciones políticas sean determinantes o clave a la hora de formar un gobierno o adoptar una decisión política.

Por ello, ha insistido en que la reflexión debe realizarse en todos los ámbitos de la sociedad al considerar que «este tipo de gota fina, gota malaya» puede estar empapando determinados entornos, no solo el político.

Finalmente, la Portavoz del Ejecutivo, ha aprovechado para lanzar un llamamiento a los madrileños a que acudan a las urnas el próximo 4 de mayo para que sean las votaciones las que configuren el próximo Gobierno de la Comunidad de Madrid.

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