El Gobierno modifica el cuadro nacional de atribución de frecuencias e incorpora las decisiones de la CE
Se establecen nuevos límites en la disponibilidad de frecuencias por un mismo operador para fortalecer la sostenibilidad del sector
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la orden ministerial de la cartera de Asuntos Económicos y Transformación Digital por la que se modifica el cuadro nacional de atribución de frecuencias (CNAF) de telecomunicaciones y que incorpora las decisiones de la Comisión Europea destinadas a armonizar el espectro en diferentes bandas de frecuencia.
Según ha informado la cartera dirigida por Nadia Calviño en un comunicado, se han introducido cambios en la reserva del espectro de la banda de 26 gigahercios (GHz) –cuya licitación se llevó a cabo a finales de 2022– y se han reservando 450 megahercios (MHz) para «redes de ámbito local en régimen de autoprestación».
«Coincidiendo con el desarrollo del Plan de Recuperación en el ámbito de la conectividad y la tecnología 5G, y siguiendo los objetivos trazados en la agenda España Digital, se han incorporado modificaciones que establecen nuevos límites en la disponibilidad de frecuencias por un mismo operador para fortalecer la sostenibilidad de un sector clave para el impulso de la digitalización inclusiva de la sociedad y las empresas», ha valorado el Ministerio.
Así, ha recalcado que las limitaciones del espectro aprobadas son «clave» para el refuerzo de los ecosistemas industriales y de la competitividad y autonomía estratégica de Europa y España.
«También contribuirán a incentivar el despliegue del 5G entre los operadores. Una tecnología que demanda una mayor capacidad radioeléctrica para soportar el incremento exponencial del tráfico de datos y los casos de usos que implica», ha añadido.
Según las previsiones de evolución del tráfico de datos móviles de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, este podría alcanzar casi 1.300 exabytes en 2027 y más de 4.000 exabytes en 2030.
Asimismo, las previsiones del consumo medio de datos por smartphone indican que se superarán los 19 gigabytes mensuales en 2023, al tiempo que el vídeo supondrá el 80% del tráfico mundial de las redes móviles en 2028.
Según se explica en la orden ministerial publicada en el BOE, el rango de frecuencias por debajo de 1 GHz permite una cobertura amplia en zonas urbanas, suburbanas y rurales, y contribuye al soporte de los servicios de la IoT (internet de las cosas).
En tanto, el rango entre 1 y 6 GHz ofrece una «buena combinación» de beneficios de cobertura y capacidad, por lo que el rango entre 3,4 y 3,8 GHz es la base de «muchos servicios 5G» iniciales.
«En este rango también se incluyen bandas como las de 1.800 MHz, 2,1 GHz, 2,3 GHz y 2,6 GHz que pueden ser asignadas o reorganizadas por los operadores para 5G», añade el documento.
Asimismo, el rango por encima de 6 GHz es necesario para lograr las velocidades de banda ancha ultra-altas previstas para el 5G.
«A esta creciente necesidad de contar con suficientes frecuencias en las distintas bandas radioeléctricas, se unen unos plazos de amortización cada vez más reducidos (sin haberse completado aún el despliegue comercial 5G comienza ya a hablarse de la estandarización de la 6G para 2028) y múltiples incertidumbres, que aún rodean a esta tecnología», agrega el la orden ministerial.