El Gobierno llevará a Bruselas la «resistencia» de Francia a la entrada de Renfe en ese país
La secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, ha defendido que España tiene una «absoluta legitimidad» para reivindicar ante la Comisión Europea la igualdad de trato respecto a la liberalización ferroviaria, frente a la «resistencia» que Francia está poniendo a la entrada de Renfe en ese país.
En un coloquio organizado por Executive Forum, Pardo de Vera ha criticado la «falta de equilibrio» dentro de Europa y ha reivindicado la labor de España, que cree que se ha presentado en la liberalización ferroviaria planteada por la Comisión con los deberes «mejor hechos».
«Tenemos toda la solvencia para reclamar a Europa, pese a las resistencias fundamentalmente francesas, la apertura e interoperabilidad de la red, en la que España ha invertido más de 60.000 millones de euros y ha sido pionera en sistemas como el ERTMS para toda Europa», ha añadido.
Pardo de Vera ha precisado que esto es una forma «suave» de decirlo para no generar más tensiones y, sobre todo, en el marco del plan de recuperación, transformación y resiliencia impulsado por Europa.
Mientras que en España ya está operando un primer competidor para Renfe –Ouigo, precisamente de capital francés, al ser filial de la empresa pública ferroviaria de Francia–, y se prevé que el próximo año entre una segunda compañía –Ilsa–, la española todavía no está presente en ninguno de estos dos países.
Su intención es operar y competir en el país galo con dos líneas de Alta Velocidad entre Lyon y las ciudades de Montpellier y Marsella, con el objetivo de operar después desde Lyon a París, al mismo tiempo que está inmersa en concursos convocados por las regiones francesas de Grand East y Haûts de France y estudia otras posibles licitaciones de cercanías en Francia y Alemania, así como la operación de la conexión entre París y Londres por el Eurotúnel.
En este sentido, Renfe ya se ha manifestado en varias ocasiones pidiendo al resto de países europeos, especialmente a Francia, que ofrezcan las mismas facilidades que España ha brindado a los operadores extranjeros para operar en el país.