El Gobierno insiste en no involucrarse en misiones en el Mar Rojo y avisa de que EEUU no puede presionar a España
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha recalcado este jueves que España no va a implicarse en misión alguna para patrullar el Mar Rojo ante los ataques de los hutíes, y ha advertido de que ni Estados Unidos ni otro país puede presionar en este sentido.
La eventual participación española en alguna misión concebida para garantizar el tráfico marítimo en el mar Rojo, donde los hutíes lanzan ataques contra embarcaciones en represalia por los ataques de Israel contra la Franja de Gaza, ha centrado buena parte de la comparecencia de Robles en la Comisión de Defensa del Congreso.
Washington tiene previsto poner en marcha una misión, Guardián de la Prosperidad , para patrullar el mar Rojo ante los ataques que los rebeldes hutíes llevan a cabo allí contra embarcaciones en represalia por los ataques israelíes a la Franja de Gaza, en el marco del recrudecimiento del conflicto por la ofensiva lanzada por Hamás en octubre.
En un primer momento, Estados Unidos incluyó a España entre los países participantes en la operación, pero Madrid negó su implicación en la misma. Fuentes del Ministerio explicaron después que Estados Unidos trasladó a España sus disculpas por incluirles entre los participantes, que ni siquiera se comunicó de antemano.
El Gobierno de Pedro Sánchez también ha rechazado involucrarse en una misión en el mar Rojo puesta en marcha por la Unión Europea (UE) y a desviar recursos de Atalanta , misión en el Índico contra la piratería con importante presencia española, para atajar los ataques de los hutíes. No obstante, España no se opone a que la misión se lleve a cabo.
QUE EN EUROPA SE REPARTAN LAS MISIONES
De su lado, la ministra, ha recalcado su postura y ha repetido la justificación que ya diera anteriormente, y es que España ya participa en otras 17 misiones en el exterior, lo que constituye una muestra suficiente del compromiso español con la paz.
Respecto a la de la UE, Robles ha dicho que el Gobierno «entiende que tiene que haber un reparto de misiones», puesto que España participa en más que el resto del bloque. En todo caso, también ha asegurado desconocer los términos en los que esta se concebiría, aunque ha apuntado a que sería «no ejecutiva», es decir, ejercería labores de asesoramiento.
Además, ha querido dejar claro que España no atiende a presiones de ningún país, de Estados Unidos tampoco. «Con respeto a Estados Unidos, ningún país dice a España dónde tiene que participar», ha insistido, antes de poner el foco en que, de todas formas, la misión estadounidense no está definida y carece del paraguas de órganos internacionales.
No obstante, la ministra ha puesto de relieve las buenas relaciones entre Madrid y Washington, algo que tuvo la oportunidad de abordar el miércoles en un encuentro con la embajadora estadounidense, Julissa Reynoso, sin menciones al mar Rojo.
RECHAZO DE LOS SOCIOS
Algunos socios parlamentarios habituales del Gobierno ya han adelantado su oposición a que España se implique en misiones en el Mar Rojo y, de hecho, ya han advertido de que un despliegue así debería pasar una votación en el Congreso. En la Comisión de Defensa, Bildu y BNG se han dirigido a la ministra para pedirle explicaciones sobre el asunto y para afearle que, a su juicio, hasta el momento estas han sido «confusas».
El diputado del BNG, Néstor Rego, ha pedido directamente a Robles que España no se implique, alegando que la misión, a su juicio, responde a los intereses «imperialistas» de Estados Unidos. Ha advertido, igualmente, del riesgo que correría España de verse implicada en un conflicto que puede «escalar» hasta «no se sabe qué» escalafón. A su juicio, «la mejor manera» de asegurar la navegación en el Mar Rojo es «acabar con el genocidio» de los palestinos.
Por su parte, el diputado de Bildu Jon Iñarritu ha querido que la ministra respondiera a cuestiones más concretas, como si España se involucrará en el mar Rojo con el envío de oficiales de enlace o si la razón de la negativa de España obecede a una falta de medios o es una decisión política. Sin embargo, Robles se ha limitado a repetir que Madrid rechaza acudir a la zona.