El Gobierno etíope culmina la operación militar contra el TPLF con la toma de la capital de Tigray
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha anunciado este sábado que el Ejército etíope se ha hecho con el «control total» de la ciudad de Mekelle, en el norte del país y bastión del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), que toma su nombre de la región homónima, escenario desde hace tres semanas de un gravísimo conflicto armado entre ambos bandos.
«El Gobierno federal ha asumido el control total de la ciudad de Mekelle, con lo que la última fase de la ofensiva ya está completada. La Policía Federal se dedicará ahora a la captura de los criminales del TPLF para que respondan ante los tribunales», ha anunciado el primer ministro etíope en un comunicado.
Asimismo, Abiy ha anunciado la liberación de «miles de militares» pertenecientes al Mando Norte del Ejército, capturados por el TPLF a lo largo de las hostilidades que comenzaron el pasado 4 de noviembre, y ha reiterado que «el aeropuerto, las instituciones públicas, la sede de la oficina regional de Gobierno y otros edificios estratégicos» se encuentran bajo control del Ejército.
El Gobierno ha hecho saber que la operación se ha realizado «con precisión y con el debido cuidado hacia la población civil para asegurarse de que no eran objetivo de los ataques» militares.
Abiy ha agradecido asimismo a la población «el absoluto respaldo» que han proporcionado a la operación y la «cooperación exhibida en todos los ámbitos con el Ejército etíope».
«La operación final ha terminado con éxito. Ahora tenemos por delante la crucial tarea de reconstruir lo que ha sido destruido, reparar lo que ha sido dañado, garantizar el retorno de los que han huido y restaurar, con la más absoluta prioridad, la normalidad para el pueblo de la región de Tigray», ha añadido la nota oficial.
Por último, el primer ministro llama a los «amigos de Etiopía» a «unir fuerzas para reconstruir la región y dar a su gente el respiro, la ayuda humanitaria y la seguridad que necesitan».
FIN DE JUEGO
Con este comunicado el primer ministro etíope da por finiquitada la vertiente militar de la crisis más grave que el país africano ha atravesado en años.
La escalada bélica que comenzó el pasado día 4, con un ataque del TPLF a una base del Mando Norte en esta región, fue la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy, como primer oromo jefe de Gobierno. El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.
Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una caza de brujas contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban.
La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza y algunos más en su órbita se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones.
En tres semanas de conflicto, más de 41.000 etíopes han cruzado la frontera con Sudán para escapar de los combates, entre ellos 18.000 niños, según ACNUR, que precisa que el 57 por ciento de quienes huyen son hombres. La agencia de la ONU ya se está preparando para asistir a hasta 215.000 refugiados etíopes en los próximos seis meses.