El Gobierno etíope anuncia la reconquista de toda la región de Wollo del Norte en el estado de Amhara
El Ejército de Etiopía ha realizado en las últimas horas un gran avance militar que le ha llevado a conquistar la estratégica zona de Wollo del Norte, en el estado septentrional de Amhara, de manos de las fuerzas rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), contendiente desde hace más de un año en un conflicto armado que está arrastrando al país a la catástrofe humanitaria.
«Las fuerzas de seguridad conjuntas de Etiopía han asumido el control de la ciudad de Woldia y de otras localidades, y liberado la zona entera de Wollo Norte de la agresión terrorista del TPLF», según un comunicado del ministro de Información etíope, Legesse Tulu, recogido por el ente de radiotelevisión oficial, FANA.
En las operaciones han participado las fuerzas de seguridad locales de Amhara y además de Woldia han sido liberadas las ciudades de Kobo, Sanka, Sirinka, Gobye, Robit y Hara.
Asimismo, el Ejército etíope ha confirmado el «aplastamiento» de «muchos» efectivos del TPLF cuando se retiraban a las localidades de Alamata y Chercher. Un número indeterminado de integrantes del TPLF también han sido capturados.
Además, el Ejército informa de avances en nuevas zonas próximas a Lalibela, patrimonio de la UNESCO y bajo control desde hace unos días de las fuerzas etíopes, hasta las ciudades de Hamusit, Estayish, Ahun Tegegn, Dilb y Kulmesk.
El conflicto comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando el primer ministro etíope Abiy Ahmed ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en la capital de Tigray, Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas –entre ellas Tigray– por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.