El Gobierno defiende su reforma del mercado eléctrico, ya que el modelo actual «no es adecuado»
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha defendido una reforma del mercado eléctrico con un diseño acorde al mix energético actual y de futuro, con un peso cada vez mayor de las energías renovables, ya que el modelo de fijación de precios marginalista actual «no es el adecuado para la transición energética ni para situaciones de tensión».
En una jornada organizada por Enerclub, Aagesen, quien consideró que esta reforma que actualmente aborda la Comisión Europea era algo que se «sabía que tenía que llegar» ante la apuesta por la descarbonización, afirmó que es necesario «modernizar» el sistema para que sea «resiliente ante situaciones de estrés» y que permita así proteger a los consumidores «de forma estructural, inmediata y de forma sostenible en el tiempo», asegurando además la competitividad de las empresas.
Por ello, advirtió de que es «importante y urgente» que esa reforma del mercado eléctrico puesta sobre la mesa sea una realidad «lo antes posible», a ser posible antes de finales de este año.
Aagesen insistió en que la reforma del sistema debe nacer como respuesta a la necesidad de «acelerar la transición energética como respuesta ante la crisis climática».
Así, subrayó que el sistema de mercado marginalista vigente desde finales de los años noventa ha quedado obsoleto, ya que se ha dado «un giro de 180 grados» respecto a una época en la que no se hablaba de energía fotovoltaica y energía eólica.
«Ha cambiado de forma radical y esa es la palanca de inversión y de oportunidad de la que hablamos aquí en España, pero también en Europa», dijo, recordando que la potencia instalada renovable ha crecido un 44%, con una fotovoltaica y solar fotovoltaica que se ha multiplicado por cuatro y una potencia eólica que ha crecido un 28%.
Aagesen recalcó que la propuesta de reforma del mercado eléctrico planteada por el Gobierno español parte de la defensa de unos objetivos «muy claros, como son colocar la defensa de los intereses de los consumidores, de la industria y de las empresas en el centro de esa transformación, reducir el impacto del precio del gas en el recibo y trasladar el bajo coste de las renovables a todos los consumidores».
Para ello, apuntó la necesidad de contar con mecanismos de mercado como los contratos por diferencia y también los contratos de compra de energía -los CFDs y los PPAs- «mucho más de lo que están ahora presentes en los mercados».
«Necesitamos también mantener algo muy importante, elementos que funcionan dentro del diseño actual, como los mercados a corto plazo, esos mercados transparentes, líquidos, que son eficaces para dar señal de precio cada hora», añadió.
MECANISMOS DE CAPACIDAD, «FUNDAMENTALES».
No obstante, manifestó que «hay que ir más allá y más allá», ya que el modelo renovable «necesita robustez y firmeza», por lo que los mecanismos de capacidad «son fundamentales».
«Los necesitamos, los hemos solicitado y no deberían ser un instrumento de último recurso. Es más, necesitamos que en esa reforma de mercado se haga un planteamiento mucho más racional de todo el procedimiento de aprobación de los mecanismos de capacidad. El que existe ahora no funciona», añadió al respecto, apostando por gozar de instrumentos de «activación rápida ante situaciones de estrés».
En este sentido, abogó por aprender de la experiencia vivida en 2022 por la crisis energética tras la invasión de Ucrania por Rusia y prepararse para tener un diseño que dé la capacidad para responder «de forma rápida, de forma justa y equitativa» para que los consumadores.
A este respecto, en lo que se refiere a futuras crisis, defendió una respuesta que no proceda de la capacidad presupuestaria de cada Estado miembro, sino que sea «rápida y unida por parte de la Unión Europea».