El Gobierno de Burkina Faso prorroga la suspensión del servicio de Internet por 96 horas más
El Gobierno de Burkina Faso ha anunciado una prórroga por 96 horas de la suspensión de los servicios de Internet, aprobada este martes, apelando a motivos de «seguridad pública» tras los ataques de los últimos días, que han dejado decenas de muertos.
El Ejecutivo ha publicado un comunicado en el que apunta a la ampliación de la medida sobre los servicios de «Internet en teléfonos móviles» y ha matizado que los servicios por cable no se ven afectados por la suspensión.
La nueva restricción del uso de Internet en teléfonos móviles está vigente desde este miércoles a las 20.00 horas y por una duración de 96 horas, por lo que en principio los servicios se restablecerán este domingo.
Asimismo, ha recordado que la decisión llega en línea con una ley de 2008 sobre «calidad y seguridad de redes y servicios en respeto de las obligaciones de defensa nacional y seguridad pública».
La organización NetBlocks indicó el pasado domingo que el servicio de Internet estaba «interrumpido» desde las 22.30 horas del sábado. «El incidente tiene lugar ante el aumento de las tensiones políticas y probablemente limitará la cobertura mediática de los acontecimientos», añadió.
A este respecto, la organización AccessNow denunció en redes sociales que la decisión suponía «un ataque flagrante contra los Derechos Humanos» y añadió que «los cierres de Internet nunca son aceptables».
La orden de suspensión del servicio se dio unas horas después de la muerte de cerca de 20 personas, entre ellas nueve agentes, en un nuevo ataque contra un destacamento de la Gendarmería Nacional en el norte de Burkina Faso, una semana después del asesinato de cerca de 60 personas en un ataque similar en la zona.
La situación ha derivado durante los últimos días en protestas contra la inseguridad, mientras que la oposición dio recientemente un mes de plazo al presidente, Roch Marc Christian Kaboré, para que encuentre soluciones al deterioro de la seguridad y amenazó con convocar manifestaciones para exigir su dimisión «inmediata».
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado en los últimos meses a voluntarios para que ayuden en la lucha antiterrorista.