El Gobierno convoca ayudas por 49.000 euros para mejorar la gestión de los residuos en Cantabria
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publica hoy la resolución de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por la que se convocan ayudas para actuaciones de mejora de la gestión de los residuos en Cantabria y para garantizar el cumplimiento de los nuevos objetivos comunitarios en materia de gestión de residuos municipales, en el marco de los Planes de Impulso al Medio Ambiente-Residuos (PIMA-Residuos).
Estas ayudas, con un importe total de 49.493 euros, podrán cubrir hasta el 90% de los gastos subvencionables asumidos por la entidad beneficiaria, y el importe máximo a subvencionar por proyecto será de 25.000 euros.
Serán financiables los proyectos de separación y reciclado en origen de biorresiduos mediante su compostaje doméstico y comunitario; proyectos de implantación o mejora de la recogida separada de aceite de cocina usado generado en el ámbito doméstico, del comercio y servicios, para destinarlo a valorización, especialmente para la obtención de biocarburante.
También proyectos de implantación o mejora de la recogida separada de la fracción de residuos textiles de los residuos municipales para destinarlos a preparación para la reutilización o reciclado y la construcción de instalaciones específicas para el compostaje de restos de poda y siega recogidos de manera separada.
El plazo para la presentación de solicitudes será de 10 días hábiles, contados desde mañana, tras publicarse hoy en el Boletín Oficial de Cantabria el extracto de esta resolución.
Un mismo destinatario de los fondos podrá solicitar financiación para distintas líneas, siempre que presente los proyectos claramente desagregados identificando la línea y las partidas financiables en cada una de ellas.
Serán subvencionables los proyectos de separación y reciclado en origen de biorresiduos mediante su compostaje doméstico y comunitario, tales como cubos domésticos de biorresiduos; compostadores domésticos; construcción de áreas de compostadores comunitarios; compostadores comunitarios; biotrituradoras; aireadores, termómetros y tamizadoras para el compostaje doméstico; actuaciones de formación, difusión y seguimiento del proyecto, y carteles explicativos en las áreas de compostaje comunitario.
También proyectos de implantación o mejora de la recogida separada de aceite de cocina usado generado en el ámbito doméstico, del comercio y servicios, para destinarlo a valorización, especialmente para la obtención de biocarburante, tales como embudos, biodones y contenedores, y actuaciones de difusión, comunicación, sensibilización y seguimiento del proyecto.
De igual modo, proyectos de implantación o mejora de la recogida separada de la fracción de residuos textiles de los residuos municipales para destinarlos a preparación para la reutilización o reciclado, tales como contenedores para la vía pública, actuaciones de difusión, comunicación, sensibilización y seguimiento del proyecto, y sacas reutilizables para la recogida de residuos textiles.
Además, la construcción de instalaciones específicas para la compostaje de restos de poda y siega recogidos separadamente, tales como la obra civil y la maquinaria y otros elementos estrictamente necesarios para el proceso de tratamiento.
El consejero de Desarrollo Rural ha destacado la importancia de estas ayudas a la hora de promover una gestión sostenible de las materias con miras a proteger, preservar y mejorar la calidad del medio ambiente, así como a proteger la salud humana, garantizar la utilización prudente, eficiente y racional de los recursos naturales y promover los principios de la economía circular.
De igual forma, mejorar el uso de la energía renovable, aumentar la eficiencia energética, reducir la dependencia de la Unión Europea de los recursos importados, crear nuevas oportunidades económicas y contribuir a la competitividad a largo plazo.
En opinión de Blanco, mejorar la eficiencia del uso de los recursos y asegurarse de que los residuos se valoren como recursos puede contribuir a reducir la dependencia de la Unión Europea de las importaciones de materias primas y facilitar la transición a una gestión más sostenible de las materias y a un modelo de economía circular.
Una transición que, según ha explicado, debe contribuir a los objetivos de crecimiento inteligente, sostenible e integrador establecidos en la Estrategia Europa 2020 y crear oportunidades de importancia para las economías locales y los interesados, a la vez que se potencian las sinergias entre la economía circular y las políticas en materia de energía, clima, agricultura, industria e investigación, y se aportan beneficios al medio ambiente en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la economía.
«Es esencial fijar objetivos claros de actuación a largo plazo que orienten las medidas e inversiones, evitando en particular que se creen unas capacidades excesivas de carácter estructural para el tratamiento de residuos y que se bloqueen materiales recicables en los niveles inferiores de la jerarquía de residuos», ha indicado Blanco.