El Gobierno chadiano estudia la disolución de siete partidos opositores suspendidos tras las protestas
El Gobierno de Chad ha confirmado que podría iniciar un proceso para solicitar la disolución definitiva de siete partidos políticos de oposición suspendidos temporalmente por las protestas de finales del mes pasado contra el proceso de transición del país.
La suspensión, en vigor durante tres meses, apuntó a formaciones tan destacadas como Los Transformadores, así como el Frente Popular para la Federación, el Partido Socialista sin Fronteras, Los Patriotas, Al Tajadoum, la Agrupación para la Justicia y la Igualdad de los Chadianos y el Partido de los Demócratas para la Renovación.
Asimismo el decreto apuntó al movimiento político-civil Wakit Tamma, que agrupa a otros partidos y asociaciones políticas de oposición.
El ministro de Administración Territorial, Limane Mahamat, cuya cartera es responsable de gestionar estas suspensiones, avisó el viernes a última hora de que el Gobierno no descarta iniciar «un procedimiento de disolución al final del período de suspensión», según declaraciones recogidas por el portal Al Wihda
Mahamat indicó que las autoridades investigarán ahora «el arrepentimiento» que pudieran exhibir estas organizaciones suspendidas aunque estas pesquisas «no entorpecerían el procedimiento de disolución».
«Se ha descuidado la aplicación de la ley durante demasiado tiempo», ha añadido el ministro.
Las protestas, que dejaron al menos medio centenar de muertos y más de 300 heridos, tenían como objetivo al actual líder chadiano, Mahamat Idriss Déby, cuyo mandato, instaurado por el Ejército en 2021 tras la muerte de su padre, Idriss Déby Itno.
El mandato de Mahamat Déby fue consolidado otros dos años más a principios de octubre tras unos «diálogos nacionales» boicoteados por la mayoría de los miembros de la oposición, así como dos de los tres principales grupos rebeldes armados y numerosas organizaciones de la sociedad civil.
La extensión de dos años desató estas protestas que el Gobierno chadiano describió como un «acto de insubordinación» alentado por, entre otros, el líder opositor Succès Masra y las fuerzas políticas de oposición mencionadas.