El Gobierno asegura que el que la FAO mencione como costa marroquí a aguas canarias no afecta a la soberanía
Esgrime que solo obedece a «efectos estadísticos» y pide «no confundir a la opinión pública»
El Gobierno ha asegurado que el hecho de que la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) incluya aguas canarias dentro de la zona de pesca de Marruecos no tiene «ningún efecto sobre la soberanía» de las mismas sino que obedece a «efectos estadísticos» no existe ningún peligro para la misma.
Así lo ha sostenido el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria, a la que ha tenido acceso Europa Press, después de que Vox le preguntara sobre las gestiones que iba a realizar «ante esta catalogación de aguas canarias como costa marroquí» y los motivos para llevarlas o no a cabo.
«Ni la denominación ni la delimitación de las distintas divisiones en las que se estructuran las Áreas de Pesca utilizadas exclusivamente a efectos estadísticos por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), tienen absolutamente ningún efecto sobre la soberanía de las aguas a las que hace referencia», ha recalcado el Gobierno.
En este sentido, explica que «este hecho está expresamente mencionado tanto en el Manual de Estadísticas Pesqueras como en cualquier otra referencia de esta organización relativa a dichas áreas». Según recuerda, la zona en cuestión, la 34.1.1., recibe esta denominación «desde hace más de 30 años», a propuesta de lo acordado en el Comité de Pesquerías del Atlántico Centro Oriental.
Posteriormente, añade el Ejecutivo, «dichas divisiones se han recogido en al menos dos reglamentos comunitarios», uno de 1995 sobre presentación de estadísticas de capturas nominales por los estados miembros que faenen en determinadas zonas distintas de las del Atlántico Norte y posteriormente en el que le deroga, de 2009.
«Si a lo largo de estos 30 años, ni durante la tramitación de los mencionados reglamentos comunitarios, no se ha suscitado controversia alguna al respecto, es precisamente porque es conocido su alcance, de índoles estrictamente estadístico», insiste el Gobierno.
NO EXISTE PELIGRO PARA LA SOBERANÍA
Aunque ve «admisible considerar que la nomenclatura utilizada para denominar algunas divisiones como la División 34.1.1. pudo ser más o menos afortunada, no se debe confundir a la opinión pública planteando un peligro para la soberanía de las aguas españolas o de ningún otro tipo de conflicto de naturaleza territorial porque se puede afirmar con total rotundidad que tal peligro no existe».
Así las cosas, pone como ejemplo que el hecho de que el que la «división 37.1.1 se denomine Balear no da pie a que Francia, Italia, Marruecos o Argelia puedan ver en entredicho la soberanía de sus respectivas aguas territoriales comprendidas dentro de la mencionada división». «Lo mismo se repite en las denominaciones de un número importante de divisiones a nivel mundial», remacha.