El Gobierno aclara que el embajador en Londres, jubilado en noviembre, seguirá hasta que haya relevo
El embajador en Londres, Carlos Bastarreche, seguirá en su cargo hasta que el Gobierno nombre a su relevo pese a haberse jubilado el pasado 27 de noviembre al cumplir los 70 años.
Así lo ha hecho saber el Gobierno en sendas respuestas a preguntas parlamentarias formuladas desde PP y Vox, en las que cuestionaban que se hubiera llegado a la jubilación de Bastarreche sin haber nombrado a su reemplazo en un momento en que aún estaba en curso la negociación sobre el acuerdo para la futura relación de Reino Unido con la UE.
En su pregunta, los populares reprochan a la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, «su indecisión y tardanza» ante un nombramiento que «era inevitable y previsible» y se interesaban por conocer quién va a ser su reemplazo.
Además, el PP preguntó directamente al Gobierno si en el caso del nuevo embajador en Londres su elección se guiará «por motivos ideológicos» como ha ocurrido con los embajadores en Venezuela y Cuba y si es la ministra o el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien les designa.
Por su parte, Vox también reprochó el que no se hubiera previsto a tiempo el relevo de Bastarreche y preguntó por los nombres que se sopesan para sucederle y si «se están barajando candidatos ajenos a la Carrera Diplomática».
En este sentido, el Ejecutivo replica que los nombramientos los hace el Consejo de Ministros por Real Decreto a propuesta de la ministra de Exteriores «atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia» conforme a la Ley de Acción y del Servicio Exterior.
Asimismo, recalca que «no existe a priori un plazo de permanencia más allá de lo que decida el Ejecutivo» una vez nombrado un embajador y puntualiza que «en tanto no se decida el relevo, el embajador seguirá al frente de la representación», lo que incluye a Bastarreche.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores ya se había señalado en su momento que el embajador en Londres seguiría en el puesto, pese a jubilarse como funcionario al cumplir los 70 años, hasta que terminara la negociación sobre la relación futura entre Reino Unido y la UE. El acuerdo en este sentido se alcanzó el 24 de diciembre.
No es la primera vez que un embajador se mantiene en su puesto después de cumplir los 70, aunque en otras circunstancias. En 2016, el entonces ministro José Manuel García-Margallo prorrogó el mandato de cinco de ellos porque cumplieron 70 años mientras el Gobierno estaba en funciones y no podía, por lo tanto, nombrar a sus sustitutos.
Antes de eso, el único precedente fue el de Carlos Westendorp al frente de la Embajada en Washington, en tiempos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que no mantenía unas buenas relaciones con la Administración de George W. Bush.
La diferencia es que, en aquella ocasión, la prolongación del mandato de Westendorp se publicó en el BOE, cosa que no se hizo en los posteriores, precisamente con el argumento de que, al ser altos cargos, a los embajadores no les afecta esa regla.