El gasto en el turismo rural aumentó un 7,6% en 2024, según EscapadaRural

Diversidad geográfica, autenticidad y desestacionalización, claves para 2025

El gasto en destino en el turismo rural alcanzó los 91 euros por persona y día en 2024, un 7,6% más que en el año anterior, según el observatorio del turismo rural de Escapada Rural, que también ha destacado que el sector estabiliza en un 45% su penetración en el mercado.

La gran mayoría de las personas que han hecho turismo rural en 2024 son repetidores, una muestra de que el turismo rural genera «satisfacción y, por ende, repetición».

En este sentido, otro de los indicadores que refleja este cambio de tendencia es la bajada en el volumen de personas que hacen tres o más escapadas al año, los que son considerados por el sector como heavy users ; este segmento de viajeros más activos baja del 59% al 54%, igualando los niveles registrados en 2022.

Desde EscapadaRural consideran que este cambio de tendencia viene dado principalmente porque las personas combinan el turismo rural con otro tipo de turismo, como pueden ser los destinos de sol y playa, los viajes al extranjero o a destinos exóticos, o las escapadas de corta duración a grandes ciudades.

Por ello, la marca advierte de que es el momento de encontrar nuevas oportunidades para un sector que funciona como «motor económico» para los destinos de interior de España, gracias a la afluencia de viajeros que genera, como así lo perciben el 94% de propietarios de alojamientos rurales.

En primer lugar, estos propietarios consideran que el sector es un motor económico porque aporta riqueza por el gasto que se hace en destino. De hecho, el gasto en turismo rural declarado por los viajeros en 2024 ha alcanzado los 91 euros por persona y día, un 7,6% superior al realizado en 2023 (84 euros por persona y día) y se reparte entre el gasto medio en alojamiento por persona y noche (32 euros) y el gasto medio por persona y día en destino (59 euros).

En segundo lugar, uno de cada dos propietarios admite que gracias a esta afluencia de flujo de visitantes que asegura el turismo rural, los negocios existentes pueden permanecer abiertos. Además, destacan otros beneficios destacados como son la generación de empleo (37%) y el freno a la despoblación (24%).

UN SECTOR CON POTENCIAL

Un aspecto positivo que recoge el informe es que la fuerza que tiene el turismo rural como motor económico para los destinos viene acompañada del potencial de crecimiento que tiene el mercado. El 87% de los propietarios de alojamientos rurales afirma que el destino en el que está ubicada su propiedad todavía puede crecer en cuanto al volumen de viajeros rurales que puede acoger.

Además, según EscapadaRural, en los fines de semana de 2024, se llenaron de media el 37% del total de espacios que ofertan los alojamientos rurales dejando un gran margen para poder alojar a más viajeros. Estos datos indican que se trata de un mercado no saturado que puede seguir creciendo y siendo un motor económico «todavía más relevante» para los destinos de interior.

DIVERSIDAD GEOGRÁFICA, AUTENTICIDAD Y DESESTACIONALIZACIÓN

Por otro lado, el informe recoge que la diversidad geográfica, el mantenimiento de la autenticidad del turismo rural y la desestacionalización serán claves para impulsar el sector en 2025.

Según el estudio, en España existe un «interés e inquietud» por seguir descubriendo sitios nuevos de nuestra geografía que supone una oportunidad para el turismo rural.

Asimismo, el turismo rural se distingue por ofrecer una «experiencia auténtica», cuya esencia radica en los atractivos de los destinos como en el trato con la comunidad o el tipo de alojamiento en el que se puede pernoctar.

Por último, aunque un destino rural puede ser disfrutado en cualquier momento del año, los datos de ocupación de EscapadaRural revelan que en Semana Santa, Fin de Año, las vacaciones de verano y los puentes concentran la mayor demanda, mientras que el resto del año, incluidos fines de semana y días laborables, experimenta una notable caída en la ocupación.

En este sentido, la desestacionalización de los destinos se posiciona como un factor clave para el crecimiento del turismo rural.