El gasto con tarjeta aumentó un 35% en agosto favorecido por el turismo, según BBVA
El gasto con tarjeta aumentó un 35% en agosto en comparación con el mismo periodo de 2019 gracias al aumento de las tarjetas españolas, sobre todo las no presenciales, que registraron un incremento del 139%, mientras que las realizadas con tarjetas extranjeras moderaron su caída frente a las cifras de 2019.
Así se desprende del último informe sobre el impacto de la Covid-19 sobre el consumo en España, elaborado por BBVA Research, que refleja que las transacciones no presenciales con tarjetas extranjeras cayeron un 27% con respecto a 2019 y un 12% en el caso del canal presencial.
La entidad explica que la evolución de la demanda de servicios, favorecida por el turismo, fue más positiva que la de bienes en agosto, en línea con lo sucedido en junio y julio. Como resultado, su participación en el gasto aumentó hasta el 65% a finales de agosto, cinco y nueve puntos más que en el mismo periodo de 2019 y de 2020, respectivamente.
Las compras con tarjeta habrían superado a las efectuadas en agosto de 2019 en todos los sectores, excepto belleza, moda y viajes. El incremento de la movilidad impulsó el gasto en las actividades más dependientes del turismo, como alojamiento, viajes y transporte, que fueron las que más progresaron respecto a julio.
Además, la entidad destaca que por primera vez, desde el inicio de la crisis de la Covid-19, las compras presenciales sobrepasaron el nivel de 2019 en todas las provincias. En Segovia, Ávila, Teruel y Cádiz fueron un 40% más elevadas, si bien el avance desde julio sería mayor en las zonas turísticas, como Baleares, Málaga, Tenerife y Almería.
A diferencia de las compras, las retiradas de efectivo con tarjeta perdieron dinamismo en agosto y se situaron un 6% por debajo de las del mismo mes de 2019.
Por provincias, en quince las retiradas de efectivo fueron mayores que las realizadas en agosto de 2019. Destacan Palencia, Córdoba, Lugo y Cuenca, con crecimientos superiores al 6%, mientras que, por el lado contrario, Madrid, Ceuta y Melilla no alcanzaron el 85% del nivel de hace dos años.