El fiscal rebaja a tres años la cárcel al conductor del accidente mortal de Escalante: «Lo voy a pagar de por vida»
«Más arrepentido no se puede estar», asegura el procesado, que ha indemnizado con más de 300.000 euros a los familiares de las víctimas
El fiscal ha rebajado de cuatro años y medio de prisión a tres la pena solicitada para el conductor que en mayo de 2019 provocó el accidente de tráfico mortal de Escalante, en el que fallecieron dos personas, y que ha reconocido los hechos aunque no se ha mostrado conforme con la condena de cárcel interesada.
«Es una cosa que voy a tener que pagar de por vida», ha manifestado el joven en el juicio contra él, celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que ha vuelto a pedir perdón por lo ocurrido a los familiares de las víctimas -un hombre y una mujer- y ha reiterado su arrepentimiento: «Más arrepentido que estoy no se puede estar. Lo siento», ha expresado, durante el interrogatorio y en el ejercicio del derecho a la última palabra.
En la sesión, desarrollada en la Sección Primera y que ha quedado vista para sentencia, el procesado ha admitido que la noche previa al siniestro -tuvo lugar sobre las 7.30 horas del día 12- había salido de fiesta por Santoña y consumido alcohol y drogas -arrojó una tasa en sangre de 0,65 mg/l y dio positivo en cocaína- y ha asumido que circulaba a 121 kilómetros por hora, según el atestado, por una travesía urbana limitada a 50 km/h.
En este sentido, ha asegurado que no recuerda «nada» desde que cogió el coche en Argoños hasta «segundos» después del siniestro, cuando circulaba le despertó la camarera de un bar que hay en el lugar de los hechos. «Del momento del accidente y minutos antes no me acuerdo de nada», ha aseverado.
Tras el interrogatorio y la declaración de testigos y peritos, la acusación pública ha modificado sus conclusiones iniciales al contemplar la atenuante cualificada de reparación del daño -que conlleva un año y medio menos de petición de prisión-, toda vez que los padres del implicado consignaron un par de meses después del accidente más de 300.000 euros para indemnizar a las tres hermanas de la fallecida y a la hija, madre y hermano del fallecido.
Él murió en el acto y ella -que iba en el asiento del copiloto- nueve días después por las graves lesiones sufridas. Ambos se dirigían al aeropuerto de Santander para coger un avión con destino a Escocia y pasar allí sus vacaciones cuando tuvo lugar la colisión, por alcance posterior y mientras estaban parados ante un semáforo en rojo que había accionado un peatón para cruzar por el paso de cebra.
Además, el ministerio fiscal reclama que se prive al enjuiciado -que entonces era transportista y que ahora trabaja como cocinero- del derecho a conducir vehículos a motor durante siete años, dos menos de los que pedía inicialmente. Todo ello por unos hechos que en opinión de esta parte constituyen un delito contra la seguridad del tráfico en concurso con dos de homicidio por imprudencia grave.
La acusación particular, ejercida por la hija del fallecido, ha mantenido la condena inicial solicitada de cinco años y medio de prisión y privación del carné de conducir durante nueve años.
Por su parte, la defensa se ha mostrado disconforme con este letrado y ha propuesto dos años de prisión y cinco de retirada del permiso de conducción, adhiriéndose subsidiariamente al planteamiento del fiscal.