El fiscal pide más de nueve años de cárcel para un hombre por agresión sexual y amenazas a su expareja
El fiscal pide nueve años y ocho meses de cárcel para un hombre por los delitos de agresión sexual, violencia de género y uno leve de vejaciones injustas contra su expareja, a la que amenazó con mostrar fotos y vídeos íntimos de ambos si no accedía a sus pretensiones.
También solicita para el acusado prohibición de comunicación y acercamiento a la mujer durante doce años, una medida de libertad vigilada tras la salida de prisión de ocho años y una indemnización de 15.180 euros.
El juicio tendrá lugar los días 23 y 24 de febrero, a partir de las 10 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
Según el ministerio fiscal, el acusado contactó con la mujer, con la que había roto seis años antes y con la que no tenía comunicación desde hace dos años, mediante mensajes en los que le decía que le había pasado algo grave y que tenía que verla en persona.
La mujer accedió a ello y, cuando se vieron, él le pidió que subiera al coche, a lo que ella se negó. Entonces, el acusado mostró a la mujer videos y fotos de ambos de contenido sexual de cuando eran pareja y le dijo que fuera con él «para arreglar el problema».
La mujer, ante el temor de que su expareja usara dichos archivos, accedió a subir al vehículo y se sentó en el asiento delantero, momento en que él la conminó «a cumplir sus fantasías sexuales, que describió detalladamente, dándole orden de apuntarlo en una tarjeta que le dio, o de lo contrario publicaría los vídeos sexuales».
El acusado la dijo que le practicara una felación y, al negarse ella, arrancó el vehículo y se dirigió a una zona sin viviendas, donde la ordenó que pasase al asiento trasero, volviendo a amenazarla con la difusión de los videos, por lo que ella hizo lo que le pedía.
El hombre la ordenó entonces que le hiciese una felación, lo que ella «ante el temor del perjuicio familiar, social y profesional que la provocaría la difusión de los videos». Posteriormente, la ordenó que se bajase los pantalones, a lo que ella se negó inicialmente, si bien terminó accediendo «ante la insistencia de él y el recordatorio de los videos». El hombre la penetró y eyaculó sobre su cuerpo.
Días después, siguió enviando mensajes a la mujer y ella acudió a la vivienda de él para entregarle una cámara fotográfica y otros efectos que le reclamaba. En esa ocasión, el hombre la recibió en bata y, tras descubrirse, pensando que ella llevaba una grabadora, «la subió el jersey hacia la cabeza e introdujo los dedos en los ojos de ella, que pidió socorro a gritos». Debido a esta agresión, la mujer sufrió daños en ambos ojos.
La fiscalía explica en su escrito que el acusado está diagnosticado de trastorno bipolar de larga evolución con episodios maníacos por los que ha precisado tratamiento psiquiátrico y varios ingresos. En el momento de los hechos, «sufría una alteración grave de su capacidad volitiva relacionada con el déficit de control de impulsos».
Por ese motivo, considera que debe tenerse en cuenta la concurrencia de la circunstancia atenuante de alteración psíquica.
La acusación particular que ejerce la mujer se suma a las peticiones del fiscal y, además de los delitos por los que éste acusa, añade otro de detención ilegal, por el que pide dos años más de prisión y tres más de prohibición de comunicación y acercamiento. Y en concepto de responsabilidad civil, reclama una indemnización de 28.180 euros.