El expresidente boliviano Tuto Quiroga atribuye la candidatura de Morales a su necesidad de impunidad

Quiroga insiste en que Bolivia va camino de sumarse a las «dictaduras» de la región y acusa a Colombia, Brasil, México y Argentina de «complicidad»

Asevera que en Bolivia la persecución de la oposición es ya «rutinaria» y que la encarcelación de Áñez es fruto de la «sed de venganza» de Morales

El expresidente de Bolivia Jorge Tuto Quiroga (2001-2002) ha asegurado que el anuncio del también exjefe del Estado Evo Morales de presentarse a las elecciones de 2025 no es más que «una candidatura largamente anunciada por un hombre que tiene una profunda angustia de volver al poder», en parte «por la necesidad de impunidad».

«Entiendo que la prensa internacional lo toma como anuncio», pero «no cabía para nadie la sorpresa alguna de que estaba empeñado en volver al poder», ha asegurado Quiroga en una entrevista para Europa Press, a su paso por Madrid para asistir a un foro sobre el papel de España en los acuerdos comerciales con América Latina, organizado por El Club de Madrid.

Quiroga ha hablado de una «brutal pugna interna» que mantienen Morales y a quien considera su sucesor, al ahora presidente, Luis Arce, y ha celebrado cómo los partidarios de ambos se sirven de los argumentos que él mismo ha estado utilizando durante estos años para criticar el mandato de los dos.

«A mí me causa gracia, los del lado de Arce y los de Evo, utilizan terminología que yo he usado durante años y cuando estaban unidos todos salían a contestarme y ahora usan lo que yo les señalaba, los unos contra los otros», se ha jactado.

Así, ha señalado que «los de Arce» reprochan a Morales su «cobardía» en 2019, cuando presionado por las Fuerzas Armadas y la Organización de Estados Americanos (OEA), salió del país tras su cuestionada victoria electoral, mientras que «Morales dice ahora que Arce no fue ningún ideólogo económico», sino tan solo «el cajero».

«El cajero, ese es el término que yo usaba sobre Arce durante años, le decía el cajero del desfalco», ha recordado. «Ha habido un desfalco económico gigantesco, se han farreado (desperdiciado) el gas, han despilfarrado las reservas, llega una crisis económica profunda, no hay dólares, no hay gas, van a llegar momentos muy duros», ha vaticinado el expresidente boliviano.

Quiroga ha explicado que esta enconada rivalidad entre los otrora socios del Movimiento al Socialismo (MAS) se explica en que «no son precisamente hombres de gallardía y valentía», sino más bien «cobardes» que «tienen muchas cosas de qué responder» y saben que solo manteniéndose en el poder, se mantendrán «impunes».

Ante estos hechos que denuncia, Quiroga ha señalado que el lugar de la oposición boliviana y de todos aquellos, ha dicho, que quieren vivir en democracia, es «recordar a la gente que la profunda crisis económica y la destrucción democrática es obra de Arce y de Morales», a pesar de que «ahora intentan separarse».

«PERSECUCIÓN DE LA OPOSICIÓN»

Quiroga confía en que, aún matizando que quedan dos años por delante y todavía no hay un candidato claro –si bien «porque los tiene encarcelados»–, la opción política que representan Arce y Morales será castigada en las urnas.

Así, ha asegurado que a diferencia del oficialismo, en la oposición no hay pugnas «porque no hay mucho por qué pelear», y encuadra las diferencias que pueda haber en disputas «menores» de carácter local.

«La pugna atroz y feroz es en el seno del MAS. Es bien difícil en el marco de la oposición parlamentaria (…) que existan pugnas porque hay dos partidos y el líder de uno de ellos está preso», ha dicho en referencia al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, investigado por su papel en la crisis política de 2019.

«Allá han vuelto rutinaria la detención preventiva, de los opositores», ha denunciado Quiroga, quien han ahondado en el caso de Jeanine Áñez, presa, ha dicho, «para satisfacer la sed de venganza» Morales. «Para lavar su cobardía necesita vender el discurso de que hubo golpe y desconocen que fue presidenta».

Ese estatus de presidenta –reconocido, ha insistido, por la UE y la OEA–, es el que otorgaría a Áñez el derecho de ser procesada por el Tribunal Supremo en un juicio de responsabilidad, tal y como marca la Constitución para los exmandatarios.

«La expresidenta tiene derecho a juicio de responsabilidad, no puede ser juzgada o procesada ante un juez ordinario y tiene varios procesos a nivel ordinario que violan la Constitución, como violó la Constitución Evo Morales cuando buscó el tercer mandato», ha dicho.

LOS «PIRATAS DEL CARIBE» Y SUS «CÓMPLICES»

En cuanto a la posibilidad de una eventual candidatura, Quiroga ha respondido negativamente, pero ha remarcado que hará «todo lo que sea necesario» para que Bolivia «sea libre y democrático» y no termine por entrar en lo que ha llamado «el club de las tres tiranías», cuyos socios son «los piratas del Caribe, tremendos tiranos, como son Venezuela, Cuba y Nicaragua».

«Bolivia no va a entrar a este club de Nicaragua, Bolivia y Venezuela», ha insistido un Quiroga que ha señalado como los grandes países de la región se han convertido en «cómplices» de estos tres, como son México, Argentina, Colombia y Brasil, para los cuales no ha escatimado en críticas.

«Da vergüenza al actual Gobierno de Argentina», a cuyo presidente, Alberto Fernández, «ya no le hace caso ni el mozo, ha dicho, al tiempo que le ha reprochado que «contemporice» y «aplauda» a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, a quien se ha referido como «tonto» y «narco criminal».

La «paradoja», ha destacado, es que a pesar de la «toxicidad» de Maduro es que su antecesor, Hugo Chávez, «nunca tuvo a los cuatro grandes» y actualmente, al presidente venezolano «le sonríen, le apoyan y le respaldan».

Los mismos términos para Fernández los ha utilizado para criticar al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ha reprochado que haya abierto las puertas de su país a Maduro y su supuesta equidistancia en la guerra de Ucrania.

Además de Maduro y Lula, Quiroga ha dirigido también sus ataques sobre el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, cuya «satrapía dinástica» entorpeció la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) del pasado julio con su «condición» de no abordar la invasión de Ucrania.

«¿Cómo es posible que en América Latina tengamos países como Venezuela, Cuba y Nicaragua que abiertamente apoyan la invasión de Putin?», se ha preguntado Quiroga, defendiendo que la región debería «al unísono levantar la voz» en favor del principio de integridad territorial, pues son muchas las «cicatrices» dejadas por aquellos «vecinos imperiales» que les han «cercenado territorios».