El estrés de los mercados financieros españoles mostró una suave tendencia a la baja a finales de 2022

El indicador de estrés de los mercados financieros españoles cerró 2022 con una suave tendencia a la baja, dejando el índice en un nivel de riesgo medio de 0,45, según se recoge en el boletín trimestral correspondiente al cuarto trimestre del año publicado hoy por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El supervisor explica que este indicador presentó un balance alcista en 2022, al pasar de un nivel de 0,23 a comienzos del año al 0,45 de finales. En concreto, observó un «fuerte incremento» en los primeros meses del año, hasta alcanzar un primer máximo de 0,47 a comienzos de marzo coincidiendo con el inicio de la invasión rusa de Ucrania.

En la parte central del año se produjo un descenso del indicador y posteriormente volvió a mostrar una nueva tendencia al alza que llevó el nivel de estrés hasta 0,55 en octubre, en la zona de riesgo alto. Sin embargo, en las últimas semanas de 2022, la CNMV ha observado una suave tendencia a la baja que deja el indicador en nivel de riesgo medio, de 0,45.

El repunte del indicador se explica por las caídas de precios, que en 2022 afectaron a todas las clases de activos financieros, por los rebrotes puntuales de volatilidad y por los aumentos de algunas primas de riesgo.

A final de año los segmentos que presentaban un nivel de estrés más alto eran los del mercado de bonos (0,70), los intermediarios financieros (0,67) y el mercado monetario (0,64). La CNMV indica que la correlación del sistema se fue incrementando a lo largo del ejercicio hasta situarse en niveles altos a finales de este.

La CNMV señala que la evolución de los mercados financieros nacionales e internacionales en 2022 estuvo condicionada por el «mayor shock de inflación» de las últimas décadas que ha motivado un «giro abrupto y rápido» de la política monetaria de las principales áreas económicas y ha provocado «fuertes rebajas» en las expectativas de crecimiento.

Este entorno, marcado por niveles de incertidumbre «inusualmente elevados», conllevó aumentos significativos en los rendimientos de los activos de renta fija y caídas de precios en la mayor parte de los activos financieros.

Concretamente, los mercados de renta fija se vieron afectados por el giro de la política monetaria debido tanto a los aumentos de los tipos de interés oficiales como a la finalización de los planes de compras de activos de los bancos centrales. El rendimiento de los activos de deuda pública a largo plazo mostró aumentos anuales de entre 2,3 y 3,5 puntos porcentuales, mientras que las primas de riesgo finalizaron el año con un balance alcista, si bien no se alcanzaron los máximos anteriores registrados en la crisis del Covid-19.

Por su parte, los mercados de renta variable experimentaron caídas significativas en las cotizaciones, sobre todo en los índices estadounidenses, y repuntes transitorios de volatilidad, a medida que fueron incorporando el deterioro de las expectativas de crecimiento. Los retrocesos de los principales índices de renta variable internacionales –excepto el británico FTSE100– oscilaron entre el 5,1% y el 33,1%.

ESPAÑA

La CNMV señala que los tipos de interés de la deuda pública española a corto plazo abandonaron el terreno negativo observado desde finales de 2015 al situarse la rentabilidad entre el 1,49% y el 2,47%, en función de la duración del instrumento, mientras que el rendimiento de los activos de renta fija privada a corto plazo, que no partía de valores negativos como el de la deuda pública, también mostró un aumento notable en 2022, pero menos intenso y concentrado en el plazo de 3 meses.

En el caso de la deuda pública a largo plazo, el incremento fue de 305 puntos básicos, hasta situarse en los 3,65%, el nivel más alto desde 2014.

La CNMV destaca, asimismo, el repunte de las primas de riesgo en la primera parte del año con un patrón más irregular en la segunda parte, al amparo de la evolución de la política monetaria y del deterioro de las perspectivas de crecimiento. En España, el aumento fue de 31 puntos básicos y la prima de riesgo soberano finalizó el año en los 109 puntos básicos.

Las emisiones de renta fija efectuadas en España en 2022 ascendieron a 112.841 millones de euros, cerca de un 20% más que en 2021, un nivel similar al registrado en 2020 y que se debe, casi exclusivamente, al fuerte avance de las emisiones de pagarés. Por su parte, las emisiones de renta fija admitidas a negociación en el mercado alternativo MARF se situaron en 13.734 millones de euros, un 3,9% menos que en 2021.

En cuanto al mercado de renta variable, la CNMV destaca que el Ibex retrocedió un 5,6% en 2022, la menor caída en Europa entre los grandes índices excepto el británico FTSE 100. Sin embargo, señala que este mejor comportamiento relativo «no fue suficiente» para cerrar la brecha acumulada tras tres ejercicios de caídas más intensas en los precios respecto a sus semejantes europeos.

El menor retroceso del índice español se explica por la mejor evolución relativa del sector bancario (que es el principal beneficiario del contexto de subidas de tipos de interés y tiene una ponderación elevada en el índice), y de los sectores energético y de utilities , que también cuentan con importante presencia en él. Además, las compañías que más se han visto afectadas (compañías cíclicas y del sector tecnológico) tienen una relevancia más reducida.

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