El estatus durante los primeros años marca educación y salud adulta, según un estudio
BARCELONA, 11
El estatus socioeconómico durante los primeros años de vida marca la educación y la salud adulta, según han constatado científicos en una trabajo realizado por investigadores de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
El trabajo, que publica la revista Plos One , subraya que la situación durante los primeros años de vida de las personas, especialmente la relativa al estatus socioeconómico, influye de manera decisiva en la educación, en la trayectoria vital y en la salud durante las etapas posteriores.
Enmarcado en el proyecto europeo Care, Retirement & Wellbeing of Older People Across Different Welfare Regimes , el estudio sugiere la necesidad de apostar por las inversiones públicas dirigidas a las niños, «ya que se prevé que produzcan efectos duraderos en las personas en las diferentes fases de su vida», ha destacado el codirector del Centro de Investigación y Desarrollo en Metodología de la Encuesta, Bruno Arpino.
«Hemos constatado que las condiciones de vida temprana afectan indirectamente la salud durante las etapas posteriores, como consecuencia de su influencia en la educación y en las trayectorias familiares y laborales», han destacado los investigadores.
El estudio examina hasta qué punto los efectos de las condiciones durante los primeros años de vida sobre la salud en la etapa adulta se pueden explicar por el nivel educativo y por la trayectoria vital, un concepto que incluye aspectos como la fecundidad, los vínculos personales y la ocupación laboral.
Un apartado de los resultados del trabajo se centra específicamente en el peso de la educación, que los autores consideran clave, sobre los efectos indirectos: «La educación es, en particular, el mediador más poderoso del efecto del estatus socioeconómico paterno sobre la salud», afirman los autores.
Concretamente, entre el 66% y el 75% de los efectos indirectos del bajo nivel socioeconómico parental en la infancia en los tres resultados de salud considerados en la edad avanzada se explica por el logro educativo para mujeres –86% – 93% para los hombres–.
Estos datos certifican, según los investigadores, «que los individuos de familias más pobres tenían menos posibilidades de alcanzar niveles elevados de educación y, a su vez, estos niveles bajos de estudios influenciaron negativamente su salud en edades más avanzadas».
Por el contrario, el efecto de la mala salud durante la infancia con respecto a una salud deficiente en edades más avanzadas no está significativamente influido por la educación ni por la trayectoria vital.