El Estado Islámico decapita a un musulmán suní en Kirkuk, Irak
El grupo yihadista Estado Islámico ha decapitado este domingo a un musulmán suní en la provincia de Kirkuk en el norte de Irak, durante el mes sagrado de Ramadán.
Según fuentes de Kurdistan 24 , el Estado Islámico ha lanzado un ataque en las primeras horas de este domingo en una granja situada entre los pueblos de Bibani y Kalwer en la localidad de Pirde, en la disputada provincia de Kirkuk.
Las cámaras han mostrado a cuatro milicianos del Estado Islámico entrando en una granja propiedad de un ciudadano kurdo y custodiada por una familia musulmana. Los milicianos han esposado al jefe de la familia, el hombre musulmán suní, y luego lo han decapitado, ha informado la Policía de Pirde.
El hombre supuestamente se había unido recientemente a las milicias paramilitares chiíes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una fuerza que el Estado Islámico considera su principal enemigo, según fuentes de Kurdistan 24 .
En este contexto, el Estado Islámico ha izado su bandera en la misma zona, cerca del pueblo de Karez, a primera hora de este domingo, las Fuerzas de seguridad locales han sido informadas y la han retirado.
Los milicianos del Estado Islámico perpetraron el miércoles tres ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes en los distritos de Daquq y Duz Khurmatu, en las provincias de Kirkuk y Salahuddin. Uno de los ataques tuvo como objetivo el convoy del comandante de la quinta división de la Policía Federal, que causó víctimas y daños materiales.
Las Fuerzas Armadas iraquíes dieron comienzo el 23 de abril a la segunda fase de la operación Pozo Solidificado, en la que participan la Guardia Fronteriza, las Fuerzas de Movilización Popular, las Fuerzas Especiales, el Servicio Antiterrorista y la División de Respuesta Rápida, y que pretende reducir la presencia de Estado Islámico en el oeste del país.
La primera fase de la operación comenzó el 29 de marzo para erradicar a los restos del grupo yihadista en las provincias de Salahudín, Anbar y Nínive y duró tres días. Permitió destruir 19 refugios y seis túneles de Estado Islámico en los que se hallaron varios coches bomba, munición –incluidos cohetes Katiusha–, dos lanzadores RBG7 y 30 proyectiles.
Irak anunció la victoria militar sobre Estado Islámico en diciembre de 2017, cerca de tres años después de que el grupo se hiciera con parte del país y de Siria y proclamara un califato liderado por Abú Bakr al Baghdadi, si bien las células yihadistas de la organización siguen activa y han perpetrado decenas de atentados desde entonces.
