El entorno de Rajoy hace llegar a Génova que consideraría traición y una ofensa que se aceptara a De Prada para el CGPJ
MADRID, 3
El entorno del expresidente Mariano Rajoy ha hecho llegar a Génova que consideraría un acto de traición y una ofensa que el PP llegara a aceptar la inclusión del magistrado José Ricardo de Prada en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según informaron a Europa Press fuentes populares conocedoras de la negociación entre el Ejecutivo y los populares para renovar el órgano de gobierno de los jueces.
Este mensaje se ha trasladado a la sede de los populares desde el entorno del expresidente popular a lo largo de esta semana, después de que se rompieran las negociaciones hace unos días a raíz de la insistencia del Gobierno de Pedro Sánchez de incluir a este magistrado en su propuesta para el CGPJ.
José Ricardo de Prada fue el magistrado ponente de la sentencia de Gürtell en la que el PP fue condenado como partícipe a título lucrativo. En esa sentencia incluyó valoraciones que, posteriormente, la Audiencia Nacional tuvo en cuenta para apartarle del tribunal que debe juzgar la financiación del PP en el llamado caso de los «papeles de Bárcenas». La Sala de lo Penal de la Audiencia entendió que sus afirmaciones en esa sentencia destruían «la necesaria apariencia de imparcialidad que debe reunir todo miembro de un tribunal de Justicia».
Entre estas frases que citó la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en aquella resolución de octubre de 2019 está la que fue utilizada por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para avalar su moción de censura contra Mariano Rajoy y que supuso descabalgarle del Gobierno. Y es la que afirma que «se creó en paralelo un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional», junto con la que aseguraba que «entre el Grupo Correa y el PP se tejió una estructura de colaboración estable».
El magistrado también afirmó que hubo cantidades que fueron a parar «como donaciones finalistas a la llamada caja B del partido consistente en una estructura financiera y contable paralela a la oficial, existente al menos desde el año 1989». La Sala Penal de la Audiencia dejó claro que estas afirmaciones sobraban porque no eran objeto del juicio de la Gürtel y recalcaron que en el ámbito penal debían extermarse las garantías de imparcialidad.
También en octubre de 2020, el Tribunal Supremo criticó estas valoraciones incluidas en la sentencia de la Gürtell. Y aunque confirmó la condena a título lucrativo y la responsabilidad civil de Ana Mato, estimó que las alusiones a una presunta «caja B» del PP fueron «excesivas y expresivas de una técnica irregular en la redacción de la sentencia».
DE PRADA ES UNA LÍNEA ROJA PARA EL PP
Las fuentes populares consultadas aseguran que el PP tenía claro ya, antes de recibir este mensaje del entorno de Rajoy, que no iban a aceptar bajo ningún concepto la inclusión de José Ricardo de Prada en el Consejo del Poder Judicial. Lo consideran una líena roja.
De hecho, la decisión del Gobierno de incluir a este magistrado es lo que frustró el acuerdo la semana pasada para renovar este órgano institucional. Otras fuentes populares aseguran que la primera propuesta del Ejecutivo sí incluía a De Prada y a Victoria Rosell, pero durante la negociación estos nombres se habían caído y se abrió la posibilidad de pacto. Sin embargo, hubo un margen de un par de días para tomar la decisión final y en el transcurso de ese tiempo, el Gobierno habría vuelto a incluir a De Prada, lo que provocó que no llegaran a buen puerto las conversaciones, según las mismas fuentes.
Además, y pese a que desde el Gobierno se apunta a que se han reanudado las conversaciones entre el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y el secretario de Interior y Justicia del PP, Enrique López, fuentes del PP lo niegan y recuerdan que las negociaciones las llevaban en este último tramo el secretario general Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general de lo populares , Teodoro García Egea.
En los últimos días, las dos partes se han cruzado públicamente mensajes invitándose a dar el primer paso para reanudar las negociaciones. Los socialistas emplazan al PP a dejar a un lado «los vetos», mientras que los populares emplazan al Gobierno a «arreglar sus líos internos» con Podemos antes de llamar al PP.