El emérito regresará a España casi un año después de su primera visita con la duda de su paso por Zarzuela
Don Juan Carlos tiene intención de asistir nuevamente a las regatas en Sanxenxo
La segunda visita del Rey emérito a España desde su partida al exilio en agosto de 2020 ya tiene fecha, la próxima semana, y también destino, la ciudad gallega de Sanxenxo desde la que en su momento puso rumbo hacia Emirátos Árabes Unidos y a la que regresó a finales de mayo de 2022 en su primera visita.
Don Juan Carlos tiene intención de asistir a una regata de la Copa de España en Sanxenxo el 22 y 23 de abril, según ha adelantado este lunes el diario El Mundo , que precisa que antes de este desplazamiento, que se prolongará durante varios días, acudirá a un almuerzo privado en Londres al que le ha invitado el rey Carlos III, cuya coronación está prevista para el próximo 6 de mayo.
Como en la primera ocasión, Don Juan Carlos ha aprovechado la celebración de una regata en la localidad pontevedresa en la que participará su barco, el Bribón , como argumento para justificar su desplazamiento a España, sin que por ahora desde la Casa del Rey se haya indicado si esta vez también habrá una visita al Palacio de la Zarzuela.
Hace un año, la visita durante once horas que realizó a la que fuera su residencia durante más de cinco décadas fue el colofón a un desplazamiento mucho menos discreto de lo que a priori se esperaba a la luz de sus palabras en la carta que envió a Felipe VI para notificarle que se instalaba definitivamente en Abú Dhabi pero que tenía intención de viajar con asiduidad a España, ahora que su panorama judicial había quedado despejado.
Don Juan Carlos y Don Felipe no se habían visto desde que el primero puso rumbo a Emiratos Árabes Unidos en agosto de 2020 y solo había constancia pública de una conversación telefónica entre ambos, precisamente con motivo del viaje a este país del Golfo que hizo el monarca tras la muerte de su presidente apenas dos semanas antes.
Padre e hijo mantuvieron «un amplio tiempo de conversación», que desde Zarzuela no se quiso cuantificar, y que les permitió tratar «cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española» desde que el emérito se instaló en Abu Dhabi, en aparente referencia al malestar que habían generado actividades pasadas de Don Juan Carlos y que habían estado en el punto de mira de la justicia.
REENCUENTRO FAMILIAR EN DOS FUNERALES
Posteriormente, Felipe VI y el Rey emérito han vuelto a verse en otras dos ocasiones. La primera de ellas fue con motivo del funeral de Isabel II en Londres a finales de septiembre. Entonces, el protocolo británico hizo que los Reyes Felipe VI y Letizia fueran sentados junto a Don Juan Carlos y Doña Sofía, en la primera imagen de todos juntos en años.
La segunda tuvo lugar también por otro funeral, en este caso el de Constantino, antiguo rey de Grecia y hermano de Doña Sofía. A él acudieron también las infantas Elena y Cristina junto a sus respectivos hijos. Los Reyes no habían coincidido en un acto público con los eméritos y las infantas desde el funeral de la infanta Pilar, hermana de Don Juan Carlos, en enero de 2020.
El entierro de Constantino dejó también para el recuerdo las imágenes del saludo afectuoso entre Don Felipe y su padre, a quien dio dos besos y unas palmadas en el hombro y con quien intercambió algunas palabras durante la ceremonia que tuvo lugar en la finca Tatoi de la familia real griega.
¿VISITA DE PERFIL BAJO?
Al margen de si finalmente vuelve a producirse un reencuentro familiar en Zarzuela, donde en la anterior visita hubo también un almuerzo al que asistieron la Reina Letizia, la infanta Sofía, la Reina emérita así como la infanta Elena y sus dos hijos y la infanta Margarita, hermana del emérito, y su marido, Carlos Zurita, está por ver cómo trascurre la estancia en Sanxenxo y si esta vez opta por un perfil bajo.
Aunque en su carta a Felipe VI de marzo de 2022, el Rey emérito trasladó su voluntad de que sus desplazamientos a España transcurrieran en el «ámbito privado», lo cierto es que su primera visita estuvo marcada por lo contrario, con un seguimiento al minuto de todos los desplazamientos y una gran expectación allá donde iba.
Quizá por ello, desde Zarzuela se le recordó antes de regresar a Abú Dhabi que su decisión «de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible».
El mensaje aparentemente caló en el antiguo monarca, ya que aunque inicialmente su entorno había adelantado que regresaría unas semanas después a España, de nuevo para las regatas, esa visita no se produjo y de hecho ha tenido que esperar casi un año para materializarla.