El emir de Qatar recibe a los presidentes de Ruanda y RDC tras la negativa del M23 al encuentro en Angola
El emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, ha recibido este martes al presidente de Ruanda, Paul Kagame, y a su homólogo congoleño, Félix Tshisekedi, como parte de un encuentro trilateral en Doha tras la negativa del rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) a acudir a la cumbre de la capital de Angola, Luanda.
«Los jefes de Estado han coincidido en la necesidad de continuar las discusiones iniciadas en Doha a fin de establecer bases sólidas para una paz duradera, tal como se prevé en el proceso de Luanda/Nairobi», ha señalado el Ministerio de Exteriores de Qatar.
Asimismo, han acogido «con satisfacción los avances logrados» en estos dos procesos, así como en la cumbre de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés) celebrada en Tanzania el pasado 8 de febrero.
«Los jefes de Estado han reafirmado el compromiso de todas las partes con un alto el fuego inmediato e incondicional acordado en dicha cumbre», han indicado en un comunicado conjunto, trasladando además su agradecimiento a Qatar por su «hospitalidad» y por organizar un encuentro que han catalogado de «fructífero».
El encuentro entre las partes se produce después de que la Alianza Río Congo, encabezada por el Movimiento 23 de Marzo (M23), cancelara su participación en las conversaciones de paz previstas en la víspera en Angola en respuesta a las sanciones impuestas por la Unión Europea contra sus integrantes.
El bloque comunitario anunció sanciones el lunes contra nueve militares de Ruanda y líderes del rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) por la ofensiva en el este de RDC, entre los que se encuentra el presidente del movimiento, Bertrand Bisimwa.
El grupo, integrado principalmente por tutsis congoleños, ha logrado importantes avances territoriales durante las últimas semanas, una ofensiva que ha llevado a República Democrática del Congo a acusar directamente a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23 en medio de los llamamientos regionales a un alto el fuego y un proceso de paz.
Las autoridades ruandesas acusan al Gobierno de RDC de reprimir a los tutsis congoleños, que suponen una minoría en el este del país africano, con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994– y otras milicias locales.