El embajador de EEUU en Hungría pide a Orbán que se distancie inmediatamente de Rusia
El embajador de Estados Unidos en Hungría, David Pressman, ha pedido al primer ministro del país, Viktor Orbán, que rompa sus vínculos con Rusia en un aviso inusualmente directo hacia la relación entre el mandatario y el Kremlin.
A principios de mes, por ejemplo, Orbán declaró que una derrota de Rusia en Ucrania supondría «un shock geopolítico y un terremoto potencialmente devastador a escala global».
Orbán, además, denunció una tensión precedente entre Rusia y la OTAN. «El problema de Putin son las bases estadounidenses ya establecidas en Rumanía y Polonia, así como la posible expansión de la OTAN en Ucrania y Georgia para colocar armas allí», declaró.
En respuesta, y a través de un comunicado recogido por Bloomberg, el embajador estadounidense indica a las autoridades húngaras que el país «ha alcanzado un momento importante a la hora de determinar su camino futuro».
«En un momento en que la guerra injustificable de Rusia se libra a la puerta de al lado, es hora de que Hungría y sus aliados transatlánticos fortalezcan sus relaciones», añade.
Orbán criticó las sanciones de la UE contra Rusia, rechazó la entrega de ayuda militar a Kiev y se retrasó en el intento de Finlandia y Suecia de unirse a la alianza de defensa. Su administración se ha visto privada de la mayor parte de su financiación de la UE debido a preocupaciones sobre la corrupción y el estado de derecho.
Los comentarios de Pressman han tenido lugar tras unas reuniones que ha mantenido a principios de esta semana con altos responsables de la Casa Blanca y el secretario de Estado, Antony Blinken, intensifican el enfrentamiento entre Estados Unidos y Hungría.
El líder húngaro y sus ministros, así como el gigante de los medios de comunicación húngaros patrocinados por el estado que controlan, arremeten regularmente contra Estados Unidos por entrometerse en los asuntos internos de Hungría.
Durante sus reuniones en Washington, Pressman trató la «retórica antiestadounidense expresada concretamente por altos funcionarios húngaros y la retórica antiestadounidense, en general, que aparece en los medios controlados por el Gobierno de Hungría».