El Ejército del Aire regresa de Estonia tras tres semanas de vigilancia de su espacio aéreo
El Ejército del Aire ha finalizado su misión de Policía Aérea en Estonia, que se ha prolongado durante tres semanas en las que los militares españoles han protegido su espacio aéreo de la intrusión de aeronaves rusas sin identificar.
Con ello, la Fuerza Aérea española ha puesto fin a una intensa campaña de vigilancia del espacio aéreo del flanco este de la OTAN, coincidiendo con la invasión rusa de Ucrania y la tensión en el Mar Negro.
El primer despliegue tuvo lugar en Bulgaria, un escenario inédito para las Fuerzas Armadas españolas en el que desplegaron durante un mes y medio –entre febrero y marzo de este año– con 130 militares y cuatro aviones de combate Eurofighter.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó esta misión solo cuatro días antes del inicio de la invasión de Ucrania, en plena tensión con Rusia y subrayó que en cualquier caso la misión de los militares españoles sería «de vigilancia y patrullaje» y en ningún caso asumirían funciones ofensivas.
España participa en misiones de Policía Aérea en el este de Europa desde el año 2015, aunque hasta el año pasado se habían limitado a rotaciones de tres meses una vez al año en Estonia o Lituania. En 2021 ya desplegó por primera vez en Rumanía y este año lo hizo en Bulgaria en apoyo a su Ejército del Aire.
Una vez que se cerró esta operación de vigilancia sobre el Mar Negro, los cazabombarderos españoles llegaron a Lituania con ocho cazas F-18 del Ala 12 del Ejército del Aire, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), el mayor despliegue de los realizados hasta la fecha.
Más tarde se sumó la misión de Estonia, que empezó el pasado 22 de agosto y se ha cerrado esta semana sumando 116 horas de vuelo y dos salidas Alpha Scramble para interceptar aviones no identificados, según ha revelado el Ministerio de Defensa.