El Ejército de Israel pide a los libaneses que abandonen edificios usados por Hezbolá «para almacenar armas»
El portavoz de las FDI asegura que «pronto» se producirán «combates extensos»
El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, ha pedido este lunes a los civiles libaneses que abandonen los edificios y las zonas usadas por el partido-milicia chií Hezbolá «para almacenar armas» en el marco de los enfrentamientos desatados a raíz de los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre y que recientemente se han visto intensificados.
«Pedimos a los residentes de las aldeas libanesas que presten atención al mensaje y la advertencia publicados por el Ejército de Israel y lo tengan en cuenta. (…) Aconsejamos a los civiles de las aldeas libanesas ubicadas dentro y cerca de edificios y áreas utilizadas por Hezbolá con fines militares, como los usados para almacenar armas, que se aparten inmediatamente del peligro por su propia seguridad», ha comunicado Hagari en una intervención compartida por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en su cuenta de la red social X.
Tras ello, ha asegurado que Israel se encuentra destruyendo estas armas y localizaciones «con ataques precisos basados en Inteligencia», y ha resaltado una serie de bombardeos «en todo Líbano» durante la madrugada tras «recibir indicios» de que el grupo islamista se preparaba para volver a abrir fuego contra territorio israelí.
«La organización terrorista Hezbolá ha estado lanzando ataques continuamente contra civiles israelíes y no tiene planes de detenerse. Esto es el sur del Líbano. Hay docenas de aldeas libanesas situadas a lo largo de aproximadamente 80 kilómetros de la frontera con Israel. (…) En breve, las FDI participarán en combates extensos», ha añadido.
Hagari ha insistido en que estas operaciones pretenden «desmantelar a Hamás en Gaza para traer de vuelta a los rehenes» y «repeler la amenaza de Hezbolá» en el norte para permitir que los civiles israelíes vuelvan a los asentamientos junto a la frontera libanesa.
De igual forma ha culpado a Hezbolá y a su secretario general, Hasán Nasralá, de convertir «el sur de Líbano en un campo de batalla» tras «desplegar sus armas dentro de casas e infraestructura civil» y por su decisión de unirse a Hamás el pasado 8 de octubre,
Poco antes de sus declaraciones, las FDI han informado sobre un «amplio ataque» contra Hezbolá, si bien no ha ofrecido más detalles al respecto. Por su parte, la agencia de noticias estatal libanesa NNA ha registrado unos 80 bombardeos en tan solo media hora en la gobernación de Nabatie, en el sur del país.
Las hostilidades en la región estallaron después de que Hamás y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 240 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados Inundación de Al Aqsa por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los rebeldes hutíes de Yemen y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel –que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen– en respuesta a su ofensiva contra Gaza.