El Ejército anuncia la muerte de un exoficial de Inteligencia días después de crear un grupo rebelde
El Ejército de Sudán del Sur ha anunciado este lunes la muerte de Kerbino Agok Wol, un antiguo oficial de los servicios de Inteligencia y empresario que días antes había anunciado la creación del nuevo grupo rebelde, el Movimiento 7 de Octubre.
El portavoz del Ejército sursudanés, Lul Ruai, ha indicado que la operación fue llevada a cabo el domingo contra el «escondite» de Agok Wol en la localidad de Ayen Mayer en respuesta a varios ataques ejecutados contra las fuerzas de seguridad.
«Puedo confirmar la muerte de Kerbino Wol junto a otras cinco personas», ha dicho, antes de lamentar «la muerte de civiles» en la operación, sin facilitar un balance concreto. «Nuestro plan era localizar a Kerbino», ha asegurado, según ha informado la emisora Radio Tamazuj.
Así, ha señalado que entre los fallecidos figura Monydiar Maker Mangar, quien «acogió en su vivienda» a Agok Wol durante los enfrentamientos, tal y como ha recogido Eye Radio. «Resultaron heridos su esposa y su hijo», ha manifestado Ruai.
Agok Wol anunció el 6 de junio la creación del citado grupo rebelde ante lo que describió como una cúpula «corrupta y genocida», convirtiéndose así en el primero en alzarse en armas tras la creación del Gobierno de unidad surgido del acuerdo de paz de 2018.
«Es un nuevo día en Sudán del Sur. Sus ciudadanos han despertado. El silencio se ha roto. Las voces se han alzado. El mañana está aquí. Somos el Movimiento 7 de Octubre. Somos las voces de la ciudadanía y la sagrada patria que es Sudán del Sur», dijo el grupo en su comunicado fundacional.
«Nuestra causa es liberar Sudán del Sur de la cúpula corrupta y genocida que lo ha puesto en un camino de destrucción. Nuestra causa es eliminar el sistema represivo que se aprovecha de la gente a través de la violencia y el miedo», señaló.
El nuevo grupo apuntó que «las élites criminales» son «saqueadores» que «han manipulado las tensiones étnicas y comunitarias y orquestado matanzas en masa para justificar sus posiciones de poder y proteger el statu quo «.
«Las élites criminales han generado un imperativo para robar y matar en el seno de los corazones de nuestro desesperado pueblo, lo que nos ha forzado a la desesperación y a volvernos los unos contra los otros», puntualizó, al tiempo que añadió que «la crisis en Sudán del Sur es sistémica». «El sistema debe ser eliminado. Es momento para un cambio», remachó.
FUE LIBERADO EN ENERO
Agok Wol es un antiguo miembro de los servicios de Inteligencia y empresario que fue detenido sin cargos en abril de 2018 y condenado a diez años de cárcel tras un motín del 7 de octubre de ese año –motivo del nombre de su nuevo grupo– en la prisión en la que se encontraba.
El presidente del país, Salva Kiir, le concedió posteriormente el perdón y fue liberado el 3 de enero de este año, en el marco de los esfuerzos de las autoridades para facilitar la aplicación del acuerdo de paz.
El anuncio de Agok Wol llegó apenas unos días después de que el viceministro del Interior de Sudán del Sur, Mabior Garang, presentara su dimisión citando la inseguridad en el país y la falta de voluntad política para aplicar el acuerdo de paz firmado en 2018.
Garang indicó que Kiir «no tiene intención de aplicar» el acuerdo y resaltó que «la situación de seguridad en el país ha empeorado», citando como ejemplo el drástico repunte de los enfrentamientos intercomunitarios en varias zonas del país.
«Esta inseguridad está directamente relacionada con nuestro fracaso a la hora de aplicar los acuerdos de seguridad, que debieron haber sido puestos en marcha en el periodo previo a la transición. Debió haber sido prioritario», arguyó en su carta de dimisión, enviada al vicepresidente primero, Riek Machar.
Las tensiones en el seno del Gobierno de unidad aumentaron en mayo después de que Machar, antiguo líder rebelde, rechazara el anuncio de la Presidencia sobre el reparto del control en los estados del país, otro de los principales escollos para la aplicación del acuerdo de paz en Sudán del Sur.