El Dr. Montesdeoca reconstruye el hueso maxilar superior gracias a unos implantes dentales subperiósticos
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Se trata de estructuras de titanio que soportan dientes artificiales cuando no existe hueso suficiente para soportar implantes tradicionales. Se ajustan a medida al hueso del maxilar y al tejido de la encía del paciente
El hueso maxilar superior es un componente importante del tercio medio de la cara. Forma parte de la órbita, la cavidad nasal y el paladar, contiene a los dientes superiores y juega un papel clave en la masticación, la comunicación y la estética del paciente.
El doctor Néstor Montesdeoca, codirector del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial y Odontología del Hospital Universitario La Luz, ha participado en un caso de reconstrucción maxilar a una paciente de 35 años, a quien se había extirpado un carcinoma adenoide quístico maxilar izquierdo, «mediante el diseño y fabricación de un implante subperióstico de titanio a la medida del defecto», detalla el experto.
El implante subperióstico (IS) consta de estructura de titanio que se ajusta a medida al hueso del maxilar y al tejido de la encía del paciente. El marco metálico se fija con tornillos de osteosíntesis al hueso remanente y de él emergen unos pequeños postes metálicos que penetran a través de la encía realizando la función de implantes dentales donde se puede atornillar la prótesis dental. Así lo explica el Dr. Montesdeoca: «A medida que el tejido de la encía se cura, el titanio se adhiere al hueso, los tornillos de osteosíntesis ayudan a fijarlo en su localización exacta, previo diseño de la estructura en función del volumen de maxilar que hay que recuperar y las piezas dentales que hay que sustituir. Una vez que el implante ha sido fijado de manera segura al hueso, se pueden unir dientes artificiales con o sin encía artificial a las conexiones de los postes metálicos».
Los implantes subperiósticos diseñados a medida evitan el uso de procedimientos de regeneración ósea complejos. En ese sentido, asegura que son «una alternativa eficiente a los implantes cigomáticos, angulados o excesivamente cortos o estrechos para atrofias severas del maxilar superior y, en especial, para la reconstrucción de casos oncológicos o postraumáticos del maxilar superior».
El diseño y fabricación de un implante subperióstico requiere de un complejo sistema digital que virtualiza totalmente al paciente, Consiste en realizar fotos clínicas al paciente, calcular el volumen que hay que reponer, realizar un escáner intraoral con la prótesis provisional que determine la emergencia de las conexiones y un TAC 3D de alta definición del esqueleto facial del paciente. Además, «de manera virtual, creamos, junto con los ingenieros, el diseño del implante sobre el hueso residual y la emergencia de las conexiones». En ese sentido, el Dr. Montesdeoca subraya que cada nuevo caso permite añadir mejoras técnicas y corregir deficiencias.
Ventajas de los IS
Tal y como describe el especialista, los implantes subperiósticos se adaptan a la anatomía que ya existe. Además, requieren de una única cirugía para su colocación, disminuyendo el tiempo total de tratamiento y la necesidad de procedimientos regenerativos: «Permiten la rehabilitación con una prótesis fija atornillada. Además, su adaptación al hueso subyacente y el material empleado, titanio, favorecen la estabilización y osteointegración de la estructura», indica el Dr. Montesdeoca.
Según el codirector del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial y Odontología del Hospital Universitario La Luz, diferentes estudios confirman que, gracias a estas estructuras, es posible lograr «una rehabilitación protésica estable, una estética adecuada, un habla inteligible y una dieta regular» en los pacientes afectados. Además, «una planificación meticulosa, con un diseño técnico que cumpla los requerimientos biológicos y mecánicos, una adecuada selección del candidato y una amplia experiencia quirúrgica, son fundamentales para realizar esta técnica de reconstrucción del maxilar superior», concluye.
Fuente Comunicae