El sector turístico mantiene Turquía como destino pese a las posibles réplicas

Las previsiones del país eran alcanzar los 60 millones de turistas este año y superar los 52.000 millones de euros de ingresos

El sector turístico internacional mantiene Turquía como destino pese a la amenaza de posibles réplicas del seísmo que ha asolado el país, frenando en seco la recuperación turística del país, que confiaba en alcanzar los 60 millones de visitantes anuales en 2023.

Hace una semana Turquía se veía afectada por uno de los terremotos más importantes registrados en el país desde el año 1939. Con una magnitud del 7,7 en la escala de Richter, se cuentan por decenas de miles los afectados en todo el país.

El seísmo no sólo ha provocado numerosas víctimas, heridos y gente desaparecida, sino que ha afectado a un gran número de infraestructuras e instalaciones del país y el patrimonio cultural y artístico de la nación, como el emblemático castillo de Gaziantep, impactando de este modo en el turismo, uno de los impulsores económicos tras la pandemia.

Las principales compañías turísticas internacionales coinciden en su preocupación sobre las repercusiones que el terremoto que ha asolado parte de Turquía pueda afectar a este importante destino turístico del Mediterráneo, fuerte competidor de España. Así aunque confían en que los principales puntos turísticos no se vean afectados, lo cierto es que el temor a posibles réplicas a corto plazo puede disuadir las reservas de los viajeros.

Con un número de víctimas mortales que a fecha de hoy supera las 40.000 personas, la recuperación del mercado turístico turco iniciada tras la pandemia puede verse truncada ahora por los devastadores efectos del terremoto.

En estos momentos 10 provincias del país se encuentran en estado de emergencia por tres meses, afectadas por el terremoto, uno de los más fuertes que ha vivido Medio Oriente en más de un siglo: Adana, Adiyaman, Diyarbakir, Gaziantep, Hatay, Kahramanmaras, Kilis, Malatya, Osmaniye y Sanliurfa.

El puerto turco de Iskenderun está fuera de servicio tras la catástrofe y todos los destinos a este puerto han sido cancelados. Este puerto es el más cercano a las dos ciudades más afectadas por el seísmo: Iskenderun y Kahramanmaras.

También las ciudades de Diyarbakir, Adiyaman, Osmaniye, Malatya y Adana se han visto fuertemente afectadas por el seísmo. Y en muchas de estas ciudades, los aeropuertos y hoteles se han visto perjudicados.

El techo del aeropuerto de Malatya (Malatya Erhac Airport) y su Hotel Avsar, y el Hotel Alice en la ciudad de Reyhanli resultaron también gravemente afectados, al igual que el aeropuerto de Hatay, al sur de Turquía, cerrado debido a una pista dañada.

El aeropuerto de Adana (donde operan 7 aerolíneas a 10 destinos) está cerrado hasta nuevo aviso, según la agencia de noticias turca Demirören News Agency, así como el aeropuerto internacional de Gaziantep Oguzeli. El aeropuerto de Estambul, el principal aeropuerto internacional de Turquía, en el que operan 68 aerolíneas a 227 destinos, funciona de momento con normalidad.

Gaziantep se encuentra a una distancia relativamente lejana de algunos de los principales centros turísticos del país, como Antalya, a unos 594 kilómetros en avión, y Estambul, a unos 850 kilómetros, por lo que es poco probable que quienes se dirijan a estos destinos resulten gravemente afectados.

Pero aunque los destinos turísticos y costeros más populares se encuentren lejos de las zonas afectadas, lo cierto es que la mayoría de los aeropuertos del país se encuentran saturados por las ayudas y servicios de emergencia. Además numerosos vuelos de turistas han sido cancelados, porque se han establecido prioridades.

El sector hotelero del país ha salido al rescate y muchos los ciudadanos que se han quedado sin hogar serán realojados en establecimientos turísticos. Asi por ejemplo, TUI Hotels ha ofrecido el Pegasos Resort en Analya para este fin.

Por su parte, la Asociación e Inversores Turísticos del Mediterráneo (Aktob) ha informado de que algunos hoteleros de la zona de Antalya han puesto a disposición de los afectados más de 15.000 habitaciones. Asimismo, los establecimientos que se encuentran cerrados por la temporada de invierno abrirán para alojar a las personas que lo necesiten.

RECUPERACIÓN TRUNCADA.

La recuperación del turismo avanzaba a paso firme en Turquía. En los seis primeros meses del año anterior la llegada de extranjeros se disparó un 185% respecto al mismo periodo de 2021 y confiaban en alcanzar en 2023 los 60 millones. Pero ahora las posibles repercusiones del terremoto que ha asolado a parte del país pueden ser muy importantes.

El mercado turístico turco estaba dominado por Alemania, con 718.838 viajeros (14,3% del total), seguido de Rusia, con 602.015 turistas (12%), Gran Bretaña, con 453.809 (9%), y en menor proporción el Bulgaria y el Irán.

El interés de los españoles se ha multiplicado por 4 veces respecto al año pasado gracias a las series de televisión turcas y el turismo de salud. El numero de viajeros españoles se acercaba a los 300.000 antes de la pandemia.

De momento los touroperadores españoles han asegurado que mantendrán los destinos turcos en sus programaciones. No obstante, la previsión de que se produzcan réplicas del seísmo en los próximos meses, como han advertido algunos expertos sismólogos, podría afectar negativamente la evolución de las reservas de Semana Santa.

En el momento las aerolíneas internacionales seguían operando vuelos hacia y desde Turquía. Sin embargo, Turkish Airlines, la reconocida aerolínea nacional de Turquía, ha cancelado cientos de vuelos en los últimos días.

PREVISIÓN DE ALCANZAR LOS 60 MILLONES DE TURISTAS EN 2023

El ministro de Turismo, Mehmet Ersoy, había fijado como objetivo del país alcanzar los 60 millones de turistas este año y los 52.000 millones de euros de ingresos. El objetivo era superar el año 2019 año récord en el que recibió 51,9 millones de turistas.

Turquía había establecido un plan de acción en profundidad para hacer del país uno de los destinos más visitados del mundo en este 2023, coincidiendo con la celebración de los 100 años de la República Turca.

La estrategia tenía como objetivo comercializar y promover todos los nichos de viajes, incluidos los nacionales, de salud, internacionales, de aventura, históricos, ecológicos, deportivos, urbanos y náuticos.

El Gobierno turco también había eliminado gran parte de la burocracia y las reglas burocráticas que dificultaban el funcionamiento de las empresas de viajes anteriormente.

Además, centros turísticos de rápido crecimiento como Estambul y Antalya habían visto una revisión de su infraestructura y redes de transporte para hacer frente al aumento de visitantes, mientras que los principales aeropuertos turísticos como Dalman, Bodrum y Antalya recibieron financiación privada para su modernización y mejoras.

BARCELÓ TIENE TRES HOTELES EN EL PAÍS

Turquía no es un mercado relevante para las grandes compañías hoteleras españolas. Ni Meliá ni NH operan establecimientos en este mercado, y únicamente la mallorquina Barceló cuenta con tres hoteles en el país dos en Estambul y uno en Ankara. De cara a final de año la empresa mallorquina prevé inaugurar uno nuevo en Capadocia.

La hotelera Riu por su parte salió del país en 2018. Hasta entonces la cadena gestionaba dos establecimientos en Antalya. La cadena entró en Turquía con esos dos establecimientos en 2010.

Ahora la duda es si en este dramático escenario de destrucción y dolor, con el país sufriendo aún las réplicas del terremoto, se truncarán los ambiciosos proyectos del gobierno turco y afectará al corazón de la recuperación del mercado turístico del país.

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