El Diario de Sesiones no refleja las palabras en catalán de Junts y ERC en la Comisión de Justicia del Congreso
El empeño de Cervera (Junts) en usar su lengua pese a no haber traducción simultánea provocó la protesta de PP y Vox
El Diario de Sesiones del Congreso correspondiente a la sesión celebrada por la Comisión de Justicia el pasado 21 de diciembre no recoge las palabras pronunciadas en catalán por los portavoces de Junts, Josep María Cervera –quien hizo toda su intervención en esa lengua– y de ERC, Pilar Vallugera, que alternó el catalán y el castellano.
El empeño de Cervera en utilizar el catalán a sabiendas de que aún no se había habilitado traducción simultánea para el resto de miembros de la comisión provocó la protesta de los portavoces del PP y Vox.
El uso de lenguas cooficiales en el Congreso fue una de las condiciones que aceptó el PSOE para que los independentistas de Junts y ERC apoyaran a Francina Armengol para ser elegida presidenta y así asegurarse la mayoría en la Mesa de la Cámara.
Se incluyó en el Reglamento del Congreso y se está aplicando en las sesiones plenarias, pero en las comisiones parlamentarias celebradas en diciembre aún no se habían habilitado los medios necesarios para la traducción simultánea.
Por eso, en aquella sesión, el presidente de la Comisión de Justicia, el socialista Francisco Lucas, advirtió de que quienes se expresaran en lenguas cooficiales debían facilitar al resto de grupos el texto de su intervención en castellano y que éste sería el que constaría en el Diario de Sesiones.
Sin embargo, esta publicación, consultada por Europa Press, no recoge la alocución de Cervera. «(Realiza su intervención en catalán)» es todo lo que figura en el apartado dedicado a su turno de palabra. Tampoco aparece reflejada la parte del discurso que Vallugera realizó en catalán, aunque en su caso, optó por autotraducirse.
Aquel día, en el que se acogía la comparecencia del ministro de Justicia, Félix Bolaños, para explicar sus planes al frente de este departamento, la portavoz de ERC explicó que pensaba intervenir en castellano, dado que aún no se había habilitado el servicio de traducción simultánea, pero que las protestas del PP y Vox y la llevaron a utilizar también el catalán.
UNA TRADUCCIÓN ESCRITA QUE NO SE RESPETÓ
En la misma sesión compareció el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para recabar la idoneidad de la Cámara para ocupar su cargo. En el Diario de Sesiones queda constancia de que en este caso Cervera entregó un texto en el que supuestamente se recogía lo que iba a decir traducido al castellano. Sin embargo, la portavoz del PP, María Jesús Moro, se quejó de que el diputado de Junts no se había ceñido a esa traducción por escrito.
El presidente de la comisión dio la razón a Moro y pidió a Cervera que se ajustase a «la copia escrita» que había repartido. Como el diputado de Junts hizo caso omiso, Lucas anunció que sería ese escrito lo que se reproduciría en el Diario de Sesiones, pero finalmente esa publicación no recoge ninguna de las intervenciones de Cervera.
El portavoz de Vox Carlos Flores, ya apuntó entonces que las palabras que deberían reflejarse en el Diario de Sesiones eran las que efectivamente pronunciara Cervera y no su supuesta traducción escrita entregada antes de que hablara. «Entre otras cosas porque seguramente no habrá un protocolo notarial que acreditará la coincidencia entre la intervención oral y la intervención escrita», advirtió.
EN OTRA COMISIÓN NO SE PERMITIÓ HABLAR A JUNTS EN CATALÁN
La dirección de los debates en las comisiones parlamentarias corresponde a quien ocupa la presidencia de cada órgano y no hay un criterio unánime sobre cómo actuar hasta que se habilite la traducción simultánea.
Por ejemplo, un día antes de la comparecencia de Bolaños y García Ortiz, el presidente de la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de la Unión Europea, el popular Francisco José Conde, optó por quitar la palabra a la diputada de Junts Marta Madrenas por querer hacer en catalán su discurso durante la comparecencia de la entonces todavía vicepresidenta económica, Nadia Calviño.
Conde argumentó que sin los medios necesarios para una traducción simultánea la presidencia no podía ordenar el debate y los demás miembros de la comisión perdían su derecho a seguir y entender las intervenciones.