El CSIC incorpora los retos de la robótica, nanotecnología e ia en el nuevo plan estratégico de biomedicina

VALÈNCIA, 19

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) incorpora a su Plan Estratégico de Biomedicina los retos para «mejorar su posicionamiento en el sector biomédico y prepararse para retos como la aplicación de la robótica, la nanotecnología y la inteligencia artificial a la salud humana».

Así se ha puesto de relieve en el acto de presentación de esta hoja de ruta que se ha celebrado en la Casa de la Ciència del CSIC en València, sede del organismo en la Comunitat Valenciana, y que ha contado con la presencia de la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, informa el organismo en un comunicado.

Además, han participado el vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC, José María Martell; el delegado del CSIC en la Comunitat Valenciana, Juan Fuster; la vicepresidenta adjunta de Innovación y Transferencia del CSIC, Ana Castro; la vocal asesora de la presidencia del CSIC, Isabel Varela; y el coordinador del área global Vida del CSIC donde se incluye Biomedicina, Jordi Pérez.

Desde el CSIC recalcan que la investigación científica en Biomedicina ha experimentado un crecimiento importante en la última década, una revolución como consecuencia de la integración tecnológica y digital a través de la aplicación de la robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, etc.

Desde la Presidencia del CSIC se impulsa la elaboración del Plan Estratégico del CSIC en Biomedicina, con la participación de las tres Vicepresidencias (Investigación Científica y Técnica; Organización y Relaciones Institucionales; y Relaciones Internacionales) y de la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento.

Está compuesto por 10 ejes estratégicos, entre los que se encuentran reforzar la comunicación interna; crear nuevas estructuras colaborativas; fortalecer la presencia del CSIC en organizaciones clave mediante colaboraciones nacionales e internacionales, especialmente con el Instituto de Salud Carlos III; o elevar el grado de madurez de los proyectos presentados a la industria. Dentro de cada eje se definen diversos planes de acción.

«El Plan Estratégico es el resultado de un meticuloso análisis sectorial que esta Presidencia inició con la visión de hacer la mejor y más efectiva ciencia posible en lo que respecta a la ciencia biológica relacionada con la salud, y que ayudará a situarnos en el lugar de la I+D+i europea que merecemos. Esta actividad, que incluye en nuestro organismo a más de 2.200 proyectos de 500 grupos de investigación, evidencia que el CSIC está en una posición destacada para liderar y coordinar los retos biomédicos planteados», ha indicado la presidenta del CSIC.

PRIMERAS ACCIONES REALIZADAS

En València se han presentado las tres primeras acciones: la creación de una Red de Enfermedades Raras, que recogerá información de grupos del CSIC que desarrollan proyectos en este área y que servirá para establecer sinergias; la Fagoteca OneHealth, que servirá para unificar la información sobre los recursos biológicos de este tipo; y la Red de Servicios de Transferencia Biomed, con la que se pondrán de relieve las capacidades científicas del CSIC de interés para agentes públicos y privados y que no se encuentren accesibles en otros canales.

«El objetivo último de este Plan Estratégico es crear sinergias dentro del ecosistema de ciencia y tecnología estatal que fomenten su transferencia al sector sanitario y a la ciudadanía», ha remarcado Jordi Pérez, investigador del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC).

Entre los aspectos clave analizados en este plan está la colaboración público-privada como mecanismo necesario para el desarrollo y financiación de soluciones innovadoras; la incorporación de hospitales e institutos de investigación sanitaria como agentes imprescindibles en la translación al paciente y para validar los desarrollos; la interacción con las universidades como agentes de la innovación en Biomedicina, además de fomentar las carreras científicas y la atracción de talento joven; y el apoyo para la creación de Empresas de Base Tecnológica (startup o spin-off).

La vicepresidenta de Innovación y Transferencia del CSIC, Ana Castro, ha destacado que España ocupa la posición 12 en producción científica mundial, 15 por Producto Interior Bruto (PIB) y 29 por translación en innovación, lo que evidencia que «la excelencia científica no se ve plenamente reflejada en una economía del conocimiento». Así, «si transformásemos el potencial de la excelencia investigadora en un motor económico a través de la innovación tendríamos unos índices de progreso y riqueza más elevados».

La investigación del CSIC se organiza en tres áreas globales: Sociedad, Materia y Vida. El área de Vida está formada por más de 6.600 personas (1.833 personal investigador), que desarrollan su actividad en 1.330 grupos, trabajando en 62 institutos de investigación situados en todas las comunidades autónomas. Se divide en Tierra y Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología de Alimentos, Ciencias Agrarias y Biología y Biomedicina, que ocupa un papel central: 22 institutos del CSIC trabajan en este campo, con más de 1.000 grupos de investigación y más de 700 investigadores que desarrollan 3.491 proyectos y han realizado 1.576 patentes.

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