El cribado previo y la sensibilización, apuestas de expertos en el Curso de Verano UCM para eliminar la Hepatitis C
El cribado previo, la sensibilización de la población y la formación específica de profesionales son algunas de las apuestas y recomendaciones que se han trasladado en el curso Retos en Salud Pública para la Enfermedad Hepática , enmarcado dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en San Lorenzo de El Escorial con el apoyo de Gilead Sciences.
Este curso ha dado a conocer de la mano de expertos nacionales e internacionales los avances en las políticas de cribado en los Sistemas Sanitarios Español y Británico junto a la visión de la OMS, las distintas acciones llevadas a cabo en Europa para conseguir la eliminación de la enfermedad y el impacto de la Covid-19 en las estrategias de microeliminación de las comunidades autónomas.
La inauguración del encuentro la han realizado el director del curso, José Luis Calleja; el director general de Humanización y Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Alberto Tomé Gonzalez; y Victoria Ayala, directora asociada de Government Affairs en Gilead.
El director del curso ha indicado que el número de ingresos de pacientes ha disminuido de manera «espectacular» en solo cuatro años y ha destacado que España ha liderado el conocimiento en esta enfermedad. Ha señalado que si realmente España hace un segundo esfuerzo a nivel general, en el año 2024 será un país en el que la Hepatitis C se convierta en una enfermedad residual.
Con la pandemia, Calleja cree que se ha aprendido que la Salud Pública es «más importante» de lo que pensaban y que necesitan tener «a las autoridades administrativas muy pendientes de ella», ya que ha sido «un asunto bastante abandonado en los últimos años».
A continuación, el director general de Humanización y Atención al Paciente ha apostado por la implicación del paciente para acabar con cualquier tipo de enfermedad y piensa que no pueden plantearse desde el Ejecutivo autonómico «ningún objetivo sin los pacientes» a los que ponen siempre en el eje de sus políticas. «El éxito o fracaso de los retos sanitarios dependerá de su participación activa. El paciente debe conocer detalles de su enfermedad y de sus tratamientos», ha reivindicado.
Por parte de Gilead, Victoria Ayala ha querido mostrar el firme compromiso de Gilead con la salud pública durante décadas porque nada les reconforta «más que se útiles a la sociedad apoyando a las autoridades, profesionales y a los pacientes en recuperar el estado de bienestar de las personas y ser el aliado estratégico en la renovación de la salud, innovando en el tratamiento y la mejora de los cuidados
Asimismo, ha defendido el papel que tiene la tecnología en las enfermedades víricas como una herramienta fundamental para alcanzar el objetivo de la eliminación como una ayuda. «Es súper importante que estemos todos unidos y busquemos soluciones clínicas. Sin la salud del otro, no podemos gozar de un bienestar pleno», ha trasladado.
IMPACTO DEL COVID-19 EN LA HEPATITIS C
En materia de avances autonómicos, impacto del Covid-19 en las estrategias de microeliminación para la eliminación de la hepatitis C, el primero en intervenir ha sido el director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Murcia, José Carlos Vicente, que ha reconocido que en España se encuentran en un momento «histórico» porque no pueden conseguir que la hepatitis a nivel nacional y regional «pueda ser eliminada en un corto espacio de tiempo».
Su objetivo es que haya un plan que establezca una situación que permita a todos los recursos asistenciales poder hacer un diagnóstico y un cribado que favorezca el abordaje y afloramiento de las personas afectadas por el virus y sobre la eliminación de la Hepatitis C antes de final del año 2030 ha lamentado que la pandemia del Covid haya afectado a todos los campos, también al de la detección y tratamiento de la Hepatitis C, pero cree que, con una hoja de ruta con la que poder regirse, mucho antes de 2030 tendrán todos los objetivos alcanzados para la eliminación de esta enfermedad.
Tras él, el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica del Servicio Andaluz de Salud, José María Torres, ha reconocido que la hepatitis en Andalucía es un problema de salud pública porque hay muchas personas que no saben que lo han contraído y la administración tiene que trabajar en ello porque al final «se convierten en portadores». «Si no hay diagnóstico de la enfermedad, al final se va a reproducir. Hay que detectar quién es positivo, diagnosticarlo, tratarlo y hacer medidas de prevenciones. Si no cribamos, nunca acabaremos», ha incidido.
En esta misma línea, el director del programa Prevención, Control y Atención al VIH, las ETS y las Hepatitis Víricas, del departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, Joan Colom, ha apostado por hacer una búsqueda activa de la infección, sensibilización de la población, acceso al tratamiento entre poblaciones clave, formación específica de profesionales y la microeliminación, incidiendo en «los más resistentes, los más inaccesibles y los más sensibles».
A continuación, la directora técnico de Hospitales y Programación Asistencial en Gerencia Regional de Salud Castilla y León, Gloria Sánchez Antolín, ha insistido en realizar cribado previo para los tratamientos, planificar y coordinar centros de adiciones con centros de atención primaria, salud pública y farmacias. «Hay que pasar de esperar a atender a pacientes que llegan al hospital a buscar a los pacientes», ha defendido.
PROGRAMAS DE CRIBADO
Previamente, la profesora Julia del Amo, responsable del Plan Nacional de Hepatitis C a nivel del Ministerio de Sanidad, ha expuesto que para esta enfermedad se están aplicando criterios distintos en diferentes comunidades autónomas pero, a su juicio, son necesarios elementos comunes para que se haga una prestación de forma homogénea en todo el Estado.
Los programas de cribado en la población, según ha explicado, son programas preventivos esenciales en la salud pública y le corresponde a las autoridades sanitarias establecer las líneas generales que deben seguir las políticas en esta materia. Recomiendan este cribado en personas con antecedentes o factores de riesgo.
Asimismo, ha indicado que se ha descrito «dificultad» en la identificación de exposiciones o situaciones de riesgo en los centros sanitarios y ha recomendado realizar actividades formativas de apoyo a sanitarios como alertas en la historia clínica electrónica, así como atención a personas de mayor vulnerabilidad y la mejora de la coordinación de los sistemas de salud entre comunidades e instituciones penitenciarias.
También ha participado en este curso Francisco Averhoff, del Centers for Disease Control and Prevention (CDC), que ha apostado por desarrollar planes nacionales y dar asistencia técnica para rebrotes y evaluación en la carga vírica. Ha destacado que Georgia tiene uno de los primeros programas de eliminación de la Hepatitis C en el mundo, que fue lanzado en 2015 y ha resaltado el compromiso institucional para acabar con esta enfermedad.
Por su parte, John Dillon, clinical researcher Molecular and Clinical Medicine University of Dundee, hepatólogo clínico que ha trabajado con gente de la administración escocesa desde hace años, ha indicado que en el caso de Escocia hubo un cambio de enfoque para poder invertir más en estas pandemias enfocándose en la eliminación «para salvar vidas y ahorrar, al mismo tiempo dinero».
Dillon se ha encargado de diferenciar las distintas modalidades de test para su detección como PCRs, de resultado rápido, maquinas de central, las pruebas de manchas de sangre seca, pero, independientemente del tipo de test, cree que lo importante es que el personal que hace las pruebas esté bien formado. De hecho, en Escocia reciben ya formación tanto en clínicas de sustitución como en farmacias.