El Círculo de Empresarios pide un contrato temporal bonificado para reanudar la actividad tras el Covid
Aboga por reducir los costes de las empresas en crisis permitiendo compaginar empleo y prestación de paro a quienes salgan de un ERTE
El Círculo de Empresarios ha publicado este jueves un documento con propuestas para mejorar el mercado laboral en el que plantea reducir «drásticamente» las modalidades de contratación a tres (indefinido, temporal causal y formativo), y crear un nuevo contrato temporal, transitorio, extraordinario y bonificado, para las empresas que reanuden o lancen su actividad tras el coronavirus.
Se trataría, explica el Círculo, de permitir como causa explícita de la contratación temporal el lanzamiento o reanudación de la actividad tras la pandemia. Este contrato extraordinario «para una situación extraordinaria» tendría una duración mínima de un mes y un máximo de 12 meses, podría convertirse en indefinido e incentivarse a través de bonificaciones directas en las cotizaciones a la Seguridad Social.
El Círculo plantea en su propuesta que dichas bonificaciones varíen en función del tamaño de la empresa y sean superiores si este contrato temporal transitorio acaba convertiéndose en fijo. «Sería una especie de contrato de fomento del empleo similar al que se creó en los años 80 y que tanto éxito tuvo para la creación rápida de empleo derivada de la crisis por su flexibilidad y su facilidad administrativa», defiende.
Al mismo tiempo, el Círculo plantea que las modalidades de contratación se reduzcan sólo a tres: un contrato indefinido que debería ser la figura contractual por defecto; uno temporal causal no superior a 24 meses, amparado en una necesidad tipificada de la empresa y sin necesidad de coincidir con los «rígidos moldes» de los contratos temporales actuales, y uno para la formación y el aprendizaje.
Así, propone que todas las modalidades vigentes de contratación indefinida se agrupen en un único contrato «lo suficientemente flexible» para que los actuales tengan cabida en ese nuevo marco normativo. Esta simplificación de contratos permitiría introducir una mayor claridad a la hora de aplicar el sistema de incentivos, «principal culpable», en su opinión, de la actual multiplicidad de contratos que existen.
A propósito de los incentivos a la contratación, el Círculo de Empresarios aboga por establecer un nuevo sistema, basado en criterios de eficacia y eficiencia, con los jóvenes más vulnerables como colectivo prioritario y dirigido a aquellas actividades económicas con más peso en el nuevo modelo productivo. Este nuevo sistema de incentivos, apunta, «debería estar sometido a evaluación continua» por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
Considera además que deberían aumentarse «sustancialmente» los recursos destinados a acciones de empleo y formación, buscando un nuevo equilibrio entre las políticas activas de empleo y las prestaciones por desempleo y manteniendo la intensidad en la búsqueda de empleo de los perceptores de prestaciones, subsidios y rentas sociales.
«Hay que evitar el peligro de crear un sistema de contratación laboral subvencionado para aumentar la contratación indefinida evolucionando hacia un modelo en el que el incremento de la indefinición -a tiempo completo o parcial- se vincule a factores económicos como la mayor productividad y a factores sociales como la mejor integración de los trabajadores en la actividad productiva», subraya.
«CAMBIO SUSTANCIAL» EN LAS INDEMNIZACIONES POR DESPIDO
En paralelo a la simplificación en el número de contratos, el Círculo plantea una «decidida actuación de los poderes públicos» contra el fraude en la contratación, así como un «cambio sustancial» en las indemnizaciones por despido con el fin de incentivar la contratación estable.
En este sentido, propone un sistema mixto y obligatorio, en el que una parte de la indemnización por finalización de contrato dependa de la antigüedad del trabajador y la otra parte de una cuenta de ahorro individual, similar al modelo austriaco.
Cuando la remuneración estuviese limitada por el salario mínimo interprofesional (SMI), la contribución a la cuenta de ahorro individual sería realizada con cargo al presupuesto del Estado o de las comunidades autónomas, según plantea el Círculo, que considera que este nuevo sistema podría introducirse progresivamente, de modo que las nuevas contrataciones laborales se sujeten obligatoriamente a él y los contratos vigentes queden sometidos al sistema en vigor, salvo que fuera objeto de sustitución por el nuevo modelo a través de la negociación colectiva sectorial o de empresa.
COMPATIBILIZAR EL COBRO DEL PARO CON EL EMPLEO EN SALIDAS DE ERTE
El Círculo de Empresarios defiende además en su documento la necesidad de mantener y aplicar medidas de flexiseguridad en el mercado de trabajo, sobre todo en un escenario postpandemia , para mantener y facilitar la creación de puestos de trabajo.
Entre las medidas que plantea para lograr este objetivo aboga por dar un mayor espacio a la negociación colectiva para acordar medidas de flexilidad interna; prórrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de enero de 2021; simplificar los trámites de suspensión temporal de contratos por causas objetivos, y mantener parcialmente las prestaciones por desempleo por un periodo máximo de tres a seis meses para aquellos trabajadores que hayan recuperado su empleo tras salir de un ERTE.
Sobre este último punto, explica que se trataría de compatibilizar el empleo con la prestación de paro «en circunstancias excepcionales de situación crítica de la empresa».
Como alternativa a esta medida, cree que se podría arbitrar un sistema similar al danés por el que el Estado transfiere ayudas a empresas en dificultades para compensar reducciones de salarios sin que el trabajador vea mermados sus ingresos. Ello reduciría los costes laborales de las empresas, que sólo tendrían que completar el salario anterior al impacto del Covid, con ciertas limitaciones y compromisos de mantenimiento del empleo.
En suma, el Círculo de Empresarios considera urgente reformar determinados aspectos del mercado laboral, «desde la colaboración y no desde la confrontación ideológica» y desde cuatro pilares que ve fundamentales: la confianza en la economía española, la certidumbre y la seguridad jurídica y el diálogo y el consenso social. «Aferrarse a posicionamientos ideológicos en situaciones extraordinarias no permite resolver los problemas», advierte.