El consumo de cemento volverá a caer este año en España hasta un 3% por la ralentización de la actividad
El sector descarta un impacto drástico de los tipos de interés en la evolución del consumo
La agrupación de fabricantes de cemento de España Oficemen prevé una caída del consumo de cemento en el país de hasta el 3% a lo largo de 2023, lo que supondría continuar con la ralentización de la actividad registrada el año pasado, cuando el consumo retrocedió un 0,8%.
Así lo han adelantado el presidente de Oficemen, José Manuel Cascajero, y su director general, Aniceto Zaragoza, durante una rueda de prensa en la que han analizado la situación del sector tras el impacto de la guerra en Ucrania y el alza de los precios.
Tras un buen 2021 que supuso el mejor año de consumo de cemento de la última década, el sector esperaba a principios de 2022 continuar con ese tendencia, esperando un crecimiento del 5% a lo largo de pasado año.
Sin embargo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia truncó toda esperanza y, junto con los efectos en los que derivó este conflicto bélico, como la inflación, la crisis de las materias primas o el alza de los tipos de interés, el consumo de cemento fue ralentizándose, hasta terminar el año en 14,91 millones de toneladas, un 0,8% menos que en el año previo.
A pesar de esta ligera contracción, se trata del segundo mejor año de los últimos 11 ejercicios, solo por detrás de 2021, y desde Oficemen ven con optimismo el futuro, todo dependiendo del nivel de ejecución de los grandes proyectos que las administraciones licitan.
En este sentido, la licitación creció un 28% el año pasado, hasta los 30.000 millones de euros, pero la ejecución de los proyectos, debido principalmente al incremento de los precios de los materiales y a la rotura en su cadena de suministro, no fue en sintonía y solo alcanzó el 60%.
Al retroceso también incluyó la caída del 6,3% en el consumo de cemento registrada solo en el mes de diciembre, un mes en el que la actividad se vio lastrada por la incidencia generalizada de las lluvias en gran parte del territorio nacional, y en el que perdieron cerca de 80.000 toneladas respecto al mismo mes de 2021.
Respecto al sector inmobiliario, gran consumidor de cemento, creció un 3,5% el año pasado en visados de vivienda nueva, aunque encara 2023 con una mayor incertidumbre motivada por la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de la vivienda, que hará que descienda la demanda.
No obstante, desde Oficemen descartan un impacto «drástico» de este política monetaria. «Si el Banco Central Europeo acaba estabilizando la subida de los tipos de interés, tensará el sector, pero no tendrá impactos drásticos», ha señalado Cascajero.
CAÍDA DE EXPORTACIONES
En cuanto a las exportaciones de cemento y clínker, cayeron un 16,8% en 2022, hasta las 5,6 millones de toneladas, mientras que las importaciones también registraron una caída del 5,4%, llegando a las 1,4 millones de toneladas.
«Desde 2019, el coste de la energía eléctrica se ha multiplicado por cuatro y los de la energía térmica y los derechos de emisión de CO2 se han triplicado. Y todos ellos inciden en gran medida en nuestros costes variables de producción y, como consecuencia, en nuestra competitividad», ha explicado Zaragoza, sobre esa caída de las exportaciones.
En este sentido, ha valorado muy positivamente las medidas adoptadas por el Gobierno en materia energética, aunque consideran que aún hay que seguir trabajando para que la industria española «disponga de un precio estable y predecible como ocurre en países vecinos».