El Consenso de PwC empeora tres décimas su previsión de crecimiento para España en 2024, hasta el 1,6%
Anticipan un descenso de la inversión productiva, de las exportaciones y de la creación del empleo
Expertos y directivos del Consenso Económico y Empresarial de PwC prevén un crecimiento de la economía española del 2,1% para 2023 y una desaceleración en el alza del Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 1,6% 2024, tres décimas menos respecto a sus estimaciones anteriores.
El Consenso refleja un deterioro de la opinión de los panelistas sobre la coyuntura económica ahora y en los próximos trimestres. Así, estiman que el año 2024 podría ser un ejercicio marcado por el enfriamiento de la economía española.
La pérdida de fuelle de la demanda interna y de las exportaciones estarían detrás de esta desaceleración de la actividad, que cerraría el año con un crecimiento del 1,6%, según pronostica el Consenso Económico y Empresarial, correspondiente al cuarto trimestre de 2023 que elabora PwC desde 1999, a partir de la opinión de un panel de 450 expertos, empresarios y directivos.
El informe refleja la caída, en casi veinte puntos respecto al informe pasado –del 50,5% al 32,6%–, los encuestados que califican como buena la situación actual, mientras que suben en una proporción casi idéntica, hasta el 61,2%, los que la consideran regular. Sobre cómo evolucionará la actividad dentro de un año, una mayoría del 53,1% prevé que vaya a peor.
De forma mayoritaria (76,3%) los expertos, empresarios y directivos justifican este freno en que la demanda esperada no va a ser suficiente para incrementar la producción. Y es que, según las previsiones, las familias van a moderar su consumo en los próximos seis meses, pero el parón más significativo lo va a experimentar la compra de vivienda, que va a disminuir, según el 74,7% de los encuestados.
Por parte de las empresas, el factor determinante será el impacto que tendrá en la actividad el deterioro de los principales mercados exteriores en las exportaciones.
MÁS DE LA MITAD DE EXPERTOS ESPERA UN FRENO EN LA CREACIÓN DE EMPLEO
Por su parte, crece en diez puntos, hasta el 53,1% los encuestados que dicen que la situación económica y financiera de las compañías es regular, y sube, desde el 13,7% al 46,5%, los que creen que las perspectivas de los mercados exteriores son desfavorables.
En este sentido, el 43,4% asegura que la inversión productiva va a disminuir en los próximos seis meses, el 37,4% dice lo mismo acerca de las exportaciones, y el 55,6% espera un freno en la creación de empleo.
Otro aspecto que afectará a la evolución de la economía en 2024 será la evolución de los tipos de interés, ya que la mayoría de los encuestados prevén que se mantengan en el 4,5% en junio del año que viene. Sin embargo, en diciembre de 2024, el 53,6% cree que el precio del dinero podría estar entre el 3,5% y el 4%.
Respecto a la inflación, los encuestados esperan que se mueva de forma paralela a los tipos de interés, y sólo anticipan cambios para diciembre del próximo año, cuando podría estar entre el 2,5% y el 3%.
EL FUTURO MODELO ENERGÉTICO PARA ESPAÑA Y EUROPA
Los panelistas que conforman el Consenso se muestran de acuerdo con el empeño de la Unión Europea para impulsar la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono y la lucha contra el cambio climático.
Solo el 6,9% cree que los objetivos de reducción de emisiones de la UE «no tienen sentido porque no está demostrado que el cambio climático esté relacionado con la quema de combustibles fósiles».
Otra cuestión es si los objetivos marcados son demasiado ambiciosos y el ritmo de descarbonización es el adecuado. El 40,2% de los entrevistados creen que son difíciles de lograr, pero que se conseguirán con grandes sacrificios y un 37,2% dicen que supondrán un gran golpe para la industria europea y se modificarán.
Probablemente, la idea que mejor se ajusta a la realidad es la que refrenda el 52,9% de los encuestados que se muestran partidarios de asumir los objetivos de descarbonización, pero piden a las autoridades comunitarias plazos más largos y realistas para poder adaptar la industria y la tecnología.
El informe también aborda los efectos que pueden tener las guerras en Ucrania y en Oriente Medio sobre la conciencia ecológica. La respuesta con más seguidores ha sido que sí acelerará esta preocupación porque «se ha demostrado el alto precio que paga Europa por su vulnerabilidad energética frente a Rusia o los países árabes».
Pocos, solo un 14,7% apuntan que una vez que se resuelvan los conflictos, la tendencia será continuar con los combustibles fósiles, «que son más baratos».
El Consenso plantea si tiene sentido mantener las ayudas públicas vinculadas a los combustibles fósiles, mientras también se subvenciona a las renovables.
En cuanto al debate nuclear, la división de opiniones domina las respuestas sobre si se debe favorecer o no (31% en contra y 26% a favor). Eso sí, un 48% está de acuerdo con el criterio de la Comisión Europea de considerarla como energía no contaminante porque apenas produce emisiones de dióxido de carbono durante su producción, solo un 31% muestra su disconformidad con esta afirmación.
Finalmente, los expertos, directivos y empresarios (53,9%) se muestran orgullosos de que España se sitúe a la cabeza mundial de las energías renovables y casi la mitad cree que será un legado para las nuevas generaciones.
También coinciden en señalar que las empresas están tomando medidas en materia de sostenibilidad, aunque creen que todavía el greenwashing es frecuente y piden a los reguladores que sean más claros en su normativa.