El Consejo General de Enfermería critica que los partidos usen la falta de profesionales como «arma contra el rival»
El Consejo General de Enfermería ha criticado que se esté usando la sanidad y la falta de profesionales como «arma contra el rival político» porque, a su juicio, esta manera de actuar está enturbiando las relaciones entre los sanitarios y confundiendo a la sociedad.
«Desde el Consejo General de Enfermería pedimos debates serios sobre los cambios y reformas del sistema sanitario. Un sistema que requiere un replanteamiento de roles y enfoques sin olvidar que, independientemente de que falten médicos en algunas especialidades, está constatada una carencia de cerca de 100.000 enfermeras sólo para igualarnos con la media europea», ha dicho el organismo.
Así, ha denunciado la «indiferencia» de los gobernantes ante «discriminaciones flagrantes», como el acceso al grupo A de la administración pública sin subgrupos; la «falta de desarrollo de las especialidades»; y la omisión de la necesidad de desarrollar las competencias de las enfermeras de acuerdo a su amplia formación.
«Ya es hora de que se gesten acuerdos para avanzar en estas líneas en beneficio de toda la ciudadanía. Los debates estériles, maniqueos y estereotipados en torno a la Sanidad no contribuyen a resolver ningún problema y la enfermería española pide un replanteamiento serio del sistema, empezando por la Atención Primaria, la más cercana», ha destacado el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
En este sentido, ha aludido al modelo británico, en el cual hay determinados centros sanitarios que son atendidos exclusivamente por enfermeras y en el que la prescripción de medicamentos también consolidada y que lleva muchos años funcionando con éxito. De hecho, ha asegurado que una revisión de estudios desde los años 80, publicada en el BMJ , refleja que los resultados de la atención ambulatoria liderada por enfermeras en Reino Unido son «equivalentes o mejores» en algunos aspectos, además de un potencial ahorro para el sistema (seis euros por consulta, calculado en euros de 2006).
Del mismo modo, el organismo ha aludido a un reciente informe del Royal College of Nursing de Reino Unido, en el que se muestra la satisfacción de los pacientes y los indicadores de seguridad y eficacia, por ejemplo, en menos derivaciones al hospital y mortalidad general. Otro estudio neerlandés, publicado en la Cochrane Library y que analiza el impacto de las enfermeras como sustitutas de los médicos en distintos ámbitos de la atención sanitaria, llega a la conclusión de que, o bien existe una «ligera mejora o puede considerarse equivalente la satisfacción y efectividad», en indicadores como las muertes, control de la presión arterial o satisfacción general del paciente.
Alemania, por ejemplo, estudia nuevos modelos de enfermeras de práctica avanzada en zonas rurales sin médicos de familia ni especialistas y su potencial beneficio en la atención a las personas que sufren alguna forma de demencia. Por otra parte, el Consejo General de Enfermería ha señalado que algunas investigaciones, esta vez sobre el sistema sanitario español, como la publicada por médicos y enfermeras catalanas en Journal of Advanced Nursing en 2013, compararon la eficacia de enfermeras frente a médicos en la resolución de enfermedades agudas de baja complejidad en Atención Primaria.
Los datos demuestran que las enfermeras resolvieron el 86,3 por ciento de los problemas de salud y que no se observaron diferencias en el grado de satisfacción de las personas atendidas. «Hay que tener en cuenta que las enfermeras no queremos hacer de médicos, nos ceñimos a nuestras competencias, pero es posible resolver muchos problemas de salud y, en el caso de requerirse, se deriva al especialista correspondiente. Cuando hablamos de Atención Primaria, no debemos olvidar que España cuenta con una fuerza de 40.000 enfermeras en este ámbito, de las que casi 15.000 son enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria, cruciales en el nivel primario de atención, cuentan con una formación de 2 años como especialistas además de los 4 años de grado, y sin embargo muchas de ellas no se contratan en Atención Primaria y son contratadas en hospitales, por lo que es urgente un cambio en este modelo», ha enfatizado Pérez Raya.
A su juicio, lo que «no es viable» es perpetuar un sistema sanitario férreo e inamovible justo cuando la pandemia ha hecho evidentes sus carencias. «Debemos recurrir a avances en el campo de la telesalud y replantear la política de recursos humanos y la organización. Todo ello no implica, ni mucho menos, que los profesionales no constituyan la base y la esencia del sistema. Lo que tenemos seguro es una carencia de enfermeras que nos pone al nivel de países como Chipre, Letonia o Grecia y así es imposible proporcionar a la sociedad los cuidados que requiere», ha zanjado.