El Consejo de Seguridad de la ONU expresa su preocupación por el aumento de la violencia y los combates
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha expresado su «profunda preocupación» por el aumento de la violencia y los combates en Birmania y ha pedido un alto el fuego a las partes y la «máxima contención» al Ejército.
«Los miembros del Consejo de Seguridad han instado a un cese inmediato de la violencia para garantizar la seguridad de los civiles», ha señalado en un comunicado respaldado de forma unánime por los quince miembros del Consejo.
El documento ha sido publicado debido al repunte de redadas y registros por parte de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado del 1 de febrero y ante los bombardeos y ataques llevados a cabo en zonas civiles de las regiones de Sagaing, Magwe y Chin, en el noroeste del país.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha señalado que más de 37.000 personas, incluidas mujeres y niños, se han visto obligadas a desplazarse, mientras que unas 160 viviendas han resultado gravemente dañadas, así como varias iglesias y oficinas de organizaciones humanitarias.
Según datos de la ONU, en la localidad de Thantlang, los bombardeos de las fuerzas birmanas han provocado el éxodo de toda la población civil de la zona, si bien la junta ha culpado de ello a las fuerzas de resistencia.
Por ello, el Consejo de Seguridad ha insistido en la importancia de establecer el «diálogo y la reconciliación de acuerdo con la voluntad y los intereses del pueblo birmano».