El Consejo de Enfermería no ve «sensato» que algunos médicos se opongan a las guías básicas de prescripción enfermera
Ante la reciente aprobación de las nuevas guías de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos por parte de las enfermeras -prescripción enfermera-, el presidente del Consejo General de Enfermería de España, Florentino Pérez Raya, ha afirmado que «no es sensato que algunos médicos se opongan estas las guías básicas de carácter estatal elaboradas en el Ministerio de Sanidad que no atribuyen nuevas competencias a las enfermeras».
«También en los últimos días se han oído voces de representantes de los dentistas, que se oponen a estas guías cuando en nada les afectan, ya que desde luego no forman parte del equipo asistencial para llevar a cabo estas actuaciones, ni realizan curas, ni realizan el seguimiento de pacientes con diabetes o hipertensión, en fin nada comprensible», asegura Pérez raya, quien recuerda que estas guías dan cobertura jurídica a la práctica que ya es habitual en la mayoría de CCAA.
El Consejo General de Enfermería está convencido de que esta regulación nos asimila con países dotados de sistemas sanitarios punteros, como Reino Unido, Irlanda, EEUU, Australia y otros. Al materializarse las guías que rigen la prescripción de determinados fármacos para diabetes, hipertensión, quemaduras o heridas, el sistema sanitario sale reforzado y gana en agilidad, mejora la atención y servicio a los ciudadanos y pacientes, y proporciona seguridad y eficacia.
Como ejemplo destaca la actividad de su colectivo en Atención Primaria. Allí, las enfermeras realizan el seguimiento en determinadas patologías crónicas de alta prevalencia y los médicos -saturados en ocasiones- no tienen por qué atender en consulta al paciente ya que las enfermeras en sus consultas realizan el seguimiento de pacientes crónicos con hipertensión o diabetes en base a guías y protocolos que están consensuados por el equipo asistencial, agilizando la asistencia y realizando un excelente control de estos pacientes, donde en caso de existir desviaciones y en base a las guías aprobadas evidentemente el paciente será derivado al médico para cambio de tratamiento.
Otro ejemplo sería en un hospital donde la enfermera de hospitalización, en base a los protocolos y guías de actuación prescritas por el médico y consensuadas en el equipo asistencial, puede realizar el seguimiento y control de un paciente con diabetes, administrando las dosis de insulina necesarias según tenga la glucemia capilar en cada momento, proporcionando una atención ágil, rápida y de alta calidad sin que el médico tenga que estar continuamente pautando el tratamiento, ya que los cuidados en hospitales se proporcionan por parte de las enfermeras las 24 horas del día y puede ajustar las dosis en base a lo establecido en las guías o protocolos.
«Que nadie se confunda. Esta normativa nacional no persigue que las enfermeras y enfermeros hagan funciones de médicos. No queremos ser médicos, somos enfermeras y simplemente esto viene a regularizar actuaciones que se llevan realizando de una u otra forma y sin seguridad jurídica desde hace décadas. Dejemos progresar a la sanidad y no pongamos más obstáculos a una regulación que responde a la lógica más elemental», añade Pérez Raya.
Por tanto, pide a los que intentan revertir la publicación de estas guías oficiales del Ministerio de Sanidad «que no se instalen en el pasado, que el sistema sanitario necesita agilidad y normalidad, no más tapones, esperas y una atención deficiente. La prescripción enfermera implica beneficios demostrados, comportémonos como un país avanzado».