El Congreso sigue aplicando su Plan de Igualdad: Estrena sala de lactancia y lenguaje inclusivo en las plantillas
El Congreso de los Diputados continúa aplicando el primer Plan de Igualdad de las Cortes Generales, que se aprobó en marzo de 2020 y estará vigente hasta 2024. En este periodo ya ha puesto en marcha el protocolo antiacoso, ha empezado a incorporar el lenguaje inclusivo en sus plantillas y acaba de estrenar una sala de lactancia.
Así lo ha explicado a Europa Press la jefa del Departamento de Igualdad, Prevención y Salud Laboral, Sara Sieira, quien ha destacado que son pocos los Parlamentos de nuestro entorno que cuentan con una estancia específica para que las mujeres que trabajan en la institución puedan amamantar a sus bebés.
Esta sala, cuya instalación ha costado 9.632 euros, está situada junto a la escuela infantil que funciona desde hace años en la Cámara Baja y en la que pueden solicitar plaza para sus criaturas las personas que forman parte del personal de la Cámara y también sus señorías. El Servicio de Igualdad se ha encargado de crear un espacio cálido y confortable, de acuerdo a su finalidad.
CORRESPONSABILIDAD
Además, Siara ha mostrado su satisfacción porque se han «empezado a revisar las plantillas orgánicas de las Cortes Generales desde el punto de vista del lenguaje no sexista» y por los pasos relativos a la conciliación y la corresponsabilidad, un tema sobre el que, según explica, el personal hizo mucho hincapié cuando se hizo el diagnóstico previo a la aprobación del Plan de Igualdad.
«Se trata de un tema complejo porque hay que hacer una modificación normativa del Estatuto de Personal y de los convenios colectivos del personal laboral», admite la letrada de las Cortes que dirige el departamento de Igualdad. Por ello, se está haciendo un estudio para ver cómo se han aplicado medidas en esta materia en Parlamentos extranjeros o de comunidades autónomas
Además, se han producido avances en cuestiones de representatividad. «Ahora hay elecciones en la Junta de Personal y se ha hecho mucho hincapié en que haya una presencia femenina tanto en el Comité de Empresa como en la Junta de Personal», señala Sieira.
«Que las Cámaras nos estemos tomando tan en serio estas cuestiones de conciliación y corresponsabilidad en la propia administración parlamentaria es un ejemplo para el resto de la ciudadanía», se congratula la jefa del departamento.
ACOSO Y VIOLENCIA DE GÉNERO
Estas medidas se suman al Protocolo de protección a las víctimas de violencia de género que persigue, explica Sieira, que estas mujeres no tengan un «sufrimiento adicional» por el hecho de acudir a su puesto de trabajo y que puedan hacerlo en unas condiciones «lo más cómodas posibles».
Además, desde el año pasado el Congreso y el Senado cuentan con su primer protocolo de actuación frente a todas las formas de acoso, incluido el sexual o laboral, y que contempla sanciones, pero únicamente para el personal que depende administrativamente de las Cámaras, no para los diputados y senadores ni, por ejemplo, los empleados de los grupos parlamentarios.