El Congreso retrasa dos horas la votación de la ley fiscal tras varias derrotas del PSOE y falta de apoyos
La Comisión de Hacienda del Congreso ha optado por retrasar más de dos horas la votación definitiva de la ley para establecer un impuesto mínimo global del 15% a empresas multinacionales, posponiéndola hasta las once de la noche de este lunes. Y es que el PSOE, en las votaciones parciales de enmiendas, ya había sufrido varias derrotas y el resultado de la votación global se presentaba incierto por falta de apoyos.
Así, en las votaciones de enmiendas el PSOE ha logrado aprobar sus propuestas para gravar a los vapeadores, subir el IVA a los apartamentos turísticos, luchar contra el fraude de los hidrocarburos, mejorar la tributación de los artistas o reformar el Impuesto de Sociedades para contrarrestar la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad parcial de una reforma sobre este tributo que ejecutó el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Además, los socialistas han impedido que salieran adelante las propuestas de socios de izquierda como Sumar, Podemos, ERC, BNG o EH Bildu para reeditar el impuesto a las energéticas, sumando sus votos a los de PP y Vox.
Lo que no ha conseguido que prospere es la transformacion del gravamen a la banca en un impuesto que, conforme a lo pactado con el PNV, iban a gestionar las haciendas forales. Tampoco se ha aprobado la subida de los diesel y la reforma fiscal de las Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (SOCIMI) que había pactado con Sumar.
Así, las cosas, tras la votación de las enmiendas, a las 20.30 horas, el presidente de la comisión, el socialista Alejandro Soler, ha optado por hacer un receso antes de la votación definitiva, un receso que se ha ido ensanchando hasta que, una hora después, se ha comunicado que la sesión se iba a interrumpir hasta las once de la noche.
Y es que el resultado estaba en el aire. Al no reeditarse los impuestos a la banca y las energéticas que caducan el 31 de diciembre, el Gobierno había perdido el apoyo de ERC y Bildu, y al haber introducido algunos impuestos nuevos, tampoco podía contar con el PP para salvar al menos el impuesto de las multinacionales que viene de una directiva europea.