El Congreso empieza a debatir mañana la reforma fiscal, con la duda del impuesto a la banca y las energéticas
El PSOE apuesta por suavizar el impuesto a la banca y dejar morir el de las energéticas, algo que rechazan Sumar, Bildu, ERC y Podemos
Un grupo de diputados de la Comisión de Hacienda del Congreso se reunirá este miércoles para empezar a debatir el proyecto de ley que establece un impuesto mínimo global del 15% para empresas multinacionales, con la duda de qué sucederá finalmente con los gravámenes extraordinarios sobre la banca y las empresas energéticas ante la división de opiniones en el bloque de investidura.
El texto original de la ley que envió el Gobierno y las enmiendas que los grupos presentaron para modificar al articulado se analizarán este miércoles a puerta cerrada en la ponencia de la comisión, donde se busca llegar a acuerdos que puedan incorporarse a la norma.
Con sus enmiendas, el PSOE busca completar la ley y añadir una serie medidas fiscales como reformar el Impuesto de Sociedades, subir la fiscalidad del tabaco e introducir nuevos tributos a vapeadores o plataformas como Airbnb.
En ese paquete de propuestas se incluye también el pacto suscrito con el PNV para convertir el gravamen a la banca en un impuesto sobre el margen de intereses y las comisiones de las entidades, para que así pueda ser gestionado por las haciendas forales y permita suavizarse. Está diseñado con un nuevo carácter progresivo que irá del 1% al 6% en función de la base liquidable y permitiendo la deducción del 25% de la cuota de Sociedades.
Y también resulta relevante lo que no está en esas enmiendas. Y es que el PSOE ha obviado en sus propuestas el gravamen extraordinario sobre las empresas energéticas, que si no se remedia decaerá el próximo 31 de diciembre, lo que ha generado el enfado del socio minoritario del Gobierno, Sumar, y otros aliados parlamentarios como ERC, Bildu o Podemos.
SUMAR, BILDU, PODEMOS Y ERC QUIEREN MANTENER LOS IMPUESTOS ACTUALES
A diferencia del PSOE, estas formaciones sí han registrado enmiendas para convertir en permanentes los impuestos a banca y energéticas, máxime ante los beneficios que empresas energéticas y financieras vienen registrando en sus últimos ejercicios.
En concreto, Sumar quiere transformar los gravámenes temporales a la banca y las energéticas en impuestos permanentes, pues ya consigue recaudar 2.900 millones de euros al año en dos sectores «que tienen beneficios extraordinarios». Por su parte, ERC y Bildu proponen la permanencia de sendos tributos y un aumento en el tipo impositivo «a la vista de los beneficios récords anunciados en los últimos meses tanto por la banca como por las empresas energéticas».
De su lado, el PNV no estaba en contra de mantener el gravamen a energéticas siempre que introdujera algunas deducciones y se convirtiera en un impuesto, como ha sucedido con el de la banca. Pero Junts aseveró que no apoyaría la permanencia del tributo a las energéticas si esto perjudicaba una inversión de 1.100 millones de euros en Tarragona por parte de Repsol en un proyecto para convertir residuos urbanos en combustible.
Pero estas propuestas de los socios del PSOE sólo podrían salir adelante con el apoyo de los socialistas, y lo que éstos han pactado con PNV y Junts, dada la oposición de la izquierda, necesita el respaldo del PP para prosperar. Es decir, este panorama de división en el bloque de investidura deja al PP como árbitro en la comisión y sus votos serán determinantes para decidir el futuro de las enmiendas registradas.
EL PSOE NO PUEDE PERDER EL VOTO DE NINGÚN SOCIO
La oposición del PP y Vox a la política fiscal del Gobierno de coalición obliga a que todos los socios de investidura respalden con su voto el resto de enmiendas planteadas por el PSOE, que quiere aprovechar esta ley para acometer una reforma fiscal de calado, con nuevas figuras tributarias y modificaciones relevantes en el Impuesto de Sociedades.
En concreto, los socialistas han registrado enmiendas para eliminar, a partir del 1 de abril de 2025, la bonificación que tenía el diésel frente a la gasolina, aunque sin afectar al gasóleo profesional. La idea es introducir un mecanismo para rebajar la tributación que se activará si durante dos meses consecutivos la media del precio del diésel supera los dos euros por litro y la media de cotización del barril de Brent se incrementa ese segundo mes por encima de la media del mes anterior.
Asimismo, hay enmiendas del PSOE para exigir el pago anticipado del IVA de los hidrocarburos y así luchar contra el fraude que los missing traders realizan en la importación de este producto.
NUEVOS IMPUESTOS A LOS VAPEADORES Y REFORMA DE SOCIEDADES
Otras medidas fiscales que los socialistas quieren introducir es un nuevo impuesto sobre los líquidos para cigarrillos electrónicos y otros productos relacionados con el tabaco como vaporizadores o bolsas de nicotina. Asimismo, se pretende actualizar la fiscalidad de los impuestos sobre las labores del tabaco, con el objetivo de elevar el precio de estos productos y así desincentivar su consumo.
El PSOE también busca una reforma del Impuesto de Sociedades para contrarrestar la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad parcial de una reforma sobre este tributo que ejecutó el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Así, se establece de nuevo un límite a las grandes empresas o grupos empresariales para aplicar deducciones para compensar las bases imponibles negativas. El límite es del 50% por ejercicio para las empresas con una cifra de negocio entre los 20 millones y los 60 millones de euros y del 25% para aquellas que superaran los 60 millones.
En otra enmienda del PSOE que Junts dice que se ha negociado con ellos, se propone rebajar de manera progresiva este impuesto a empresas cuyo importe neto de la cifra de negocios sea inferior a un millón de euros. Frente al 23% que se grava a estas empresas en la actualidad, el Grupo Socialista propone rebajar el impuesto para que la parte de base imponible comprendida hasta los 50.000 euros se grave a un tipo del 17% en 2027, y la restante al 20% en 2029.
A esto se suma otra enmienda para que las compañías puedan deducirse hasta un 20% del importe neto del incremento de sus fondos propios, frente al 15% actual, con la idea potenciar la capitalización empresarial mediante el incremento del patrimonio neto.
ENMIENDA A LA INCAPACIDAD PERMANENTE Y LAS RENTAS DEL CAPITAL
A estas enmiendas se suma otra para que la pensión por incapacidad permanente absoluta o de gran invalidez sea compatible con un trabajo que requiera estar inscrito en algún régimen de la Seguridad Social.
El Grupo Socialista también introduce enmiendas para incrementar en un punto la tributación de las rentas del capital superiores a 300.000 euros, pasando del 28% al 29%.
La última medida fiscal a destacar es el compromiso de impulsar en la UE la modificación de la Directiva del IVA, con el objeto de gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística, como Airbnb, en zonas donde la abundancia de estos alojamientos dificulta el acceso a una vivienda o en zonas saturadas. Es el llamado paquete ViDA (VAT in the Digital Age), que el Gobierno considera «una prioridad».