El Congreso dará mañana el visto bueno a la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN con la abstención de Podemos
El Congreso avalará este jueves la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN con división entre los miembros del Gobierno, ya que Podemos ha adelantado que se abstendrá en la votación de los protocolos de adhesión sellados en la Cumbre de la Alianza que se celebró en Madrid el pasado mes de junio.
Los dos acuerdos fueron remitidos al Parlamento en el Consejo de Ministros del 1 de agosto, pero hasta la pasada semana no pudieron ser calificados por la Mesa del Congreso porque los dos meses de verano están fuera del periodo ordinario de sesiones.
Para acelerar ahora el proceso, los protocolos de adhesión han sido tramitados en el Congreso por el procedimiento de urgencia y en lectura única, es decir, con un sólo debate en el Pleno que tendrá lugar este jueves, sin necesidad de pasar por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara.
España es uno de los pocos países de la Alianza que aún no han completado este proceso parlamentario, requisito imprescindible para hacer efectiva la incorporación de Suecia y Finlandia que ambos países reclamaron tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
IU NO DESCARTA EL NO
Lo previsible es que el Congreso dé luz verde por una amplia mayoría a la ampliación de la OTAN, aunque la votación saldrá adelante con división de voto en el seno del Gobierno: el PSOE votará sí mientras que Podemos ha anunciado su abstención e Izquierda Unida mantiene en el aire la posibilidad de votar en contra.
La Alianza Atlántica ya provocó la primera ruptura en el Parlamento de la legislatura entre los dos socios de coalición del Ejecutivo, en febrero de 2020, cuando Podemos también optó por la abstención en la votación para la adhesión de Macedonia del Norte. En aquella ocasión también IU se abstuvo y solo el diputado del BNG, Néstor Rego, votó en contra.
Esta división en el seno del Gobierno ha generado las críticas de los partidos de la oposición, que subrayan que la ampliación de la OTAN fue sellada precisamente en la Cumbre celebrada en España. «Vaya imagen internacional está dando el anfitrión de la Cumbre de la OTAN», ha lamentado este miércoles la portavoz del PP en el Congreso y secretaria general de los populares , Cuca Gamarra.
Sin embargo, el portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, restó importancia este martes al asunto reconociendo que los socios de coalición tienen diferencias en distintos asuntos y este es uno de ellos; aunque reivindicó que el Congreso lo único que hace es avalar la petición de otros parlamentos.
Precisamente, desde Podemos creen que la abstención es la mejor manera de conciliar su tradicional rechazo a la Alianza Atlántica pero a la vez respetar la decisión soberana de los dos países comunitarios.
Durante la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid, Podemos se mostró crítico con el cónclave, mientras que IU mostró su apoyo a la contracumbre organizada por colectivos sociales, además de respaldar la manifestación que demandó, entre otras reivindicaciones, la disolución de la Alianza.
PROCESO DE RATIFICACIÓN
La ratificación es la etapa más larga en el proceso de adhesión a la organización militar, con el procedimiento burocrático de todos los aliados que, a su vez, cuentan con distintos sistemas de validación e implica, en muchos, casos votaciones parlamentarias.
Una vez todos los miembros de la Alianza y los candidatos han aprobado estos protocolos, el siguiente paso lleva a Washington, donde los documentos se depositan ante el Gobierno de Estados Unidos, en concreto en el Departamento de Estado. No es hasta que se entregan todos que el país aspirante se convierte en miembro de la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió agilizar al máximo el trámite para tener una ratificación rápida, reconociendo que todo el proceso llevará meses.
Aunque la OTAN ha puesto en valor que la solicitud de adhesión se ha resuelto favorablemente en 7 semanas, siendo el proceso de entada más rápido en la historia de la Alianza, lo cierto es que cuando Suecia y Finlandia solicitaron conjuntamente su entrada en la OTAN el pasado 18 de mayo, la organización atlántica apostaba porque su adhesión fuera aun más ágil y estuviera lista para la cumbre de Madrid de finales de junio, dada la cercanía política y capacidad militar de Suecia y Finlandia y el contexto de guerra en Ucrania.