El Congreso culminará el jueves la amnistía a los implicados en el procés , que quedará en manos de los tribunales
Será la segunda ley que apruebe el Parlamento desde la llegada del Gobierno de coalición en diciembre
El Pleno del Congreso acogerá este jueves el último debate sobre la proposición de Ley de Amnistía, que fue vetada por el Senado hace dos semanas. Para levantar este veto y poder aprobarla definitivamente, el PSOE, Sumar y sus socios parlamentarios tienen que reunir un mínimo de 176 votos. Si lo logran, la norma se enviará al Boletín Oficial del Estado (BOE) para su publicación y su aplicación quedará en manos de los tribunales.
Esta norma para amnistiar a los implicados en el proceso independentista catalán nació de los pactos que el PSOE selló con ERC y Junts a cambio de su apoyo a la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La iniciativa fue registrada en solitario por el Grupo Socialista el 13 de noviembre del año pasado y, aunque formalmente se ha tramitado por el procedimiento de urgencia, no verá la luz hasta más de seis meses después. Si no hay sorpresas de útlima hora, será la segunda ley que apruebe el Parlamento desde la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez el pasado diciembre.
ACCIDENTADA TRAMITACIÓN DE URGENCIA
Durante su recorrido en el Congreso el texto sufrió varias modificaciones en virtud de los acuerdos que los socialistas fueron alcanzando con los independentistas catalanes y que fueron recibiendo el apoyo del resto de socios parlamentarios.
Tras su primera fase de debate en la Comisión de Justicia, el texto fue elevado al Pleno el 30 de enero, pero el voto en contra de Junts impidió que se mandara al Senado. Los de Carles Puigdemont forzaron su vuelta a la comisión ante la negativa del PSOE a aceptar sus enmiendas sobre los delitos de terrorismo y traición y tuvieron que buscar un nuevo pacto.
El acuerdo final en el Congreso se alumbró en el Pleno del 14 de marzo y la ley se envió al Senado. El PP uso su mayoría absoluta en la Cámara Alta para impulsar una modificación reglamentaria que le permitió retener allí la norma dos meses, el máximo fijado por la Constitución, pese a tramitarse por el procedimiento de urgencia.
Además, el Senado inició los trámites para plantear un inédito conflicto de atribuciones contra el Congreso por considerar que ley suponía una reforma constitucional encubierta, aunque finalmente los populares han desistido de llevar el asunto al Tribunal Constitucional.
SESIÓN MONOGRÁFICA Y NO VALEN ERRORES
Así las cosas, hace dos semanas, el Pleno del Senado vetó la ley y la devolvió al Congreso sin incluir modificaciones. El Pleno del Congreso volverá a debatirla el jueves en una sesión monográfica, en la que los portavoces de los grupos contarán con siete minutos para intervenir y lo harán de menor a mayor.
En los debates de las leyes que vuelven del Senado no es habitual que participe el Gobierno aunque, como el Reglamento permite a los miembros del Ejecutivo intervenir siempre que quieran, esa opción siempre está ahí.
Además, es previsible que el PP solicite que la votación sea nominal, es decir que cada una de sus señorías tenga que decir en alto el sentido de su voto, puesto que así lo hizo en las cuatro ocasiones anteriores en las que esta norma pasó por el Pleno ante de su envío al Senado.
Y para levantar el veto del Senado, el Gobierno requiere mayoría absoluta, un mínimo de 175 votos, y dado que el PP, Vox, UPN y CC suman 172 votos en contra, el PSOE y sus aliados no pueden permitirse errores ni ausencias.