El Congreso crea una condecoración para premiar méritos parlamentarios y la concederá a todos sus presidentes
Es una distinción vitalicia que podrá ser revocada si quien la recibe es condenado en sentencia firme o hace declaraciones indignas
El Congreso de los Diputados ha creado su primera medalla, una condecoración que podrá concederse a personas vinculadas a la Cámara o a personalidades e instituciones ajenas a la misma pero cuyos méritos resulten excepcionales desde el punto de vista del Parlamento. Para empezar, la recibirán todas las personas que han presidido la Cámara y también las que lo hagan en el futuro.
Así lo ha acordado la Mesa de la Cámara, que ha considerado la necesidad de contar con una condecoración propia. La institución puede, y así lo ha hecho en muchas ocasiones, pedir al Gobierno la concesión de condecoraciones a los miembros de su Mesa u otras personalidades y también tiene la facultad de proponer la concesión de la Orden del Mérito Constitucional.
Pero hasta ahora no podía conceder directamente ningún reconocimiento, más allá de los meramente protocolarios –como los que se otorgan en el ámbito de las relaciones institucionales e interparlamentarias, pero que no conllevan juicios de valor–, y el premio Josefina Carabias de periodismo parlamentario.
Por eso ha decidido crear la Medalla del Congreso de los Diputados para cuando la Cámara quiera hacer un reconocimiento explícito de los méritos contraídos por algunas personas físicas o jurídicas con la institución parlamentaria.
PERSONAS FÍSICAS O JURÍDICAS
Según la norma por la que se regula este nuevo reconocimiento, recogida por Europa Press, la medalla servirá para «reconocer los méritos excepcionales contraídos por las personas vinculadas a la cámara o que hubieran realizado actividades relevantes al servicio de la misma o de los valores y principios parlamentarios».
Podrá concederse a personas físicas o jurídicas, públicaso privadas, de nacionalidad española o extranjera. En este último caso, se requerirá el informe del Representante de España en el Estado cuya nacionalidad ostente la persona a condecorar y, en todo caso, la concesión se ajustará a los usos del protocolo en las Relaciones Internacionales.
También podrá concederse a título póstumo y tendrá carácter vitalicio. Eso sí, se ha incluido una cláusula para dejar claro que podrá ser revocada si quien la hubiera recibido «es condenada por un hecho delictivo, en virtud de sentencia firme, o realiza actos o manifestaciones que le hagan indigno de su titularidad».
De manera automática se concederá a todas las personas que han estado al frente de la institución. Desde la Transición han ostentado este cargo: Fernando Álvarez de Miranda, Landelino Lavilla (ambos de UCD), los socialistas Gregorio Peces Barba, Félix Pons, Manuel Marín, José Bono y Patxi López, y los populares Federico Trillo, Luisa Fernanda Rudi, Jesús Posada y Ana Pastor. La actual presidenta, Meritxell Batet, la recibirá al inicio de la siguiente legislatura, como sucederá en adelante con todos los futuros presidentes.
NÚMERO LIMITADO
El documento por el que se crea subraya que con el objeto de prestigiar estas condecoraciones, de manera que su concesión constituya una ocasión extraordinaria que premie los méritos citados, la Mesa velará porque su concesión esté debidamente justificada. De hecho, detalla que no podrán concederse más de 50, sin contar las que se den a título póstumo o a los futuros presidentes.
Los expedientes de concesión podrán iniciarse a instancia de la Presidencia o de la Mesa y habrán de recoger los méritos y circunstancias que concurren en la candidatura propuesta,así como, en su caso, los documentos e informes que se consideren oportunos. No serán tramitadas las peticiones realizadas directamente por los interesados.
La nueva condecoración consiste en un disco de esmalte de 30 mm de diámetro en cuyo anverso figurará el escudo histórico del Congreso de los Diputados y la inscripción Medalla. Congreso de los Diputados .Penderá de una cinta al modo de encomienda, dividida en tres partes con los colores de la bandera de España y también dispondrá de un alfiler para poder llevarla prendida en una prenda de vestir. Si se conceda a personas jurídicas, se entregará en una metopa.